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ALCMEON 1
Estado actual de la investigación de la demencia precoz
(primera Parte)Elvia Cecilia Moyano
Summary
Dementia praecox as hereditary - degenerative and systematic disease of the central nervous system; is the expression of an altered genome.
This is traslatable to an agreeable syntomatology of temporal dysfuntion. The new way that cience showas: life as an auto-organitation phenomenen, brings as a possible point of reference to study of the cerebral complexity.
Key Words: Dementia praecox
Hereditary-degenerative disease
Temporal dysfunction
Alcmeon 1: 78-84, 1990
Ilustración
La mente humana, el producto más sutil en la evolución de las especies es inabarcable y todo intento filosófico se mostró inconsistente.
La necesidad de conocimiento de la humanidad no puede detenerse. En la mente clara del que acepta la imposibilidad de trascendencia, está presente el hecho que sus conclusiones sólo pueden alcanzar a ser un punto más en el aprendizaje de la naturaleza.
En el contexto de la lógica formal, conceptualmente previa a todas las ciencias y que abarca sus principios y nociones (formalizada por Bertrand Russell en Principia Mathematica 1903), Kurt Gödel demostró en 1931 que toda construcción axiomática si es consistente no es cerrada, que plantea nuevos interrogantes que en sí misma no podrá resolver.
Nos lleva al concepto de teorías abiertas que cuestiona al determinismo. Gödel nos induce a pensar que nuestros modelos, intentos de investigar la mente con nuestra propia mente, nos llevarían a la construcción de nuevos marcos formales que no la abarcarán. No podemos detenernos en la complejiad que la empresa implica, abandonando la búsqueda, sino clarificar nuestra metodología para poder determinar los puntos inaccesibles, precisando lenguaje y conceptos y dar sentido a nuestra tarea de pensar y hacer.
Max Planck en 1900 aclaró la idea de quanta (paquetes discretos de energía) que permitieron comprender fenómenos antes inexplicables. Tanto lo cuántico como la certeza sacuden severamente al concepto de objetividad. En la naturaleza el determinismo absoluto es sólo aparente, las cosas se dan con cierta probabilidad.
Rudolf Clausius en 1865 introdujo en termodinámica, en su segundo principio, el concepto de entropía, que afirma que todo sistema aislado evoluciona espontáneamente hacia un estado de equilibrio, de mayor entropía o desorden. Su extensión a los sistemas biológicos exige precisión. El organismo vivo es un sistema abierto hasta su muerte individual y aún así se las ingenia para perpetuarse con la interacción entre los ácidos nucleicos y los polipéptidos. Además es un sistema estable pero de no equilibrio: se encuentra en estado estacionario dependiendo de la única dirección del tiempo: es el carácter irreversible de la vida.
La vida no contradice el 2do. principio de la termodinámica, está en armonía con la naturaleza, sólo que no nos alcanza para explicar adecuadamente sistemas no aislados y en desarrollo, entre los que se encuentran los no vivientes que poseen propiedades como percepción, memoria y comunicación.
La termodinámica del no equilibrio nos aproxima al conocimiento de los sistemas abiertos. Es la de los procesos irreversibles que otorga una propuesta interesante para explicar fenómenos como el origen de la vida, crecimiento, desarrollo, diferenciación, mutaciones y evolución, que tal vez nos sirva como base para la investigación de las enfermedades heredodegenerativas.
La termodinámica del no equilibrio nos dice que cuando los sistemas se alejan mucho del mismo e interactúan fuertemente con el medio, aparecen discontinuidades, fluctuaciones espontáneas -en su mayoría condenadas a remitir- que pueden amplificarse y arrastrarlo hacia nuevos estados estables llamadas estructuras disipativas (que a través de su intercambio con el medio externo, se sostienen, son capaces de crecer, desarrollarse y diferenciarse).
Esta teoría parte del concepto de balance entrópico de Prigogine y refleja la forma en que puede mantenerse un estado estacionario como la vida: mediante la acomodación interna del sistema a las condiciones externas. Valga el ejemplo de la anemia falciforme para el paludismo endémico africano, en que el 40% de la población posee la hemoglobina S, protegiendo de la hemólisis a los individuos herederos de la mutación.
Leemos las palabras de Prigogine:
"El futuro tal vez nos conduzca a un concepto distinto de la realidad. Actualmente considerados como sinónimos lo real y lo racional son sólo parte de lo posible. La diversidad fue sistemáticamente negada en la física newtoniana para construir leyes inmutables. La renovación de la ciencia es, en gran medida, el redescubrimiento del tiempo. El ideal de la omnipotencia ha muerto para ceder lugar al hombre que interroga sobre su pasado y su futuro".
Para la comprensión de la complejidad, como la del cerebro y la mente, es necesaria la convicción previa que todo intento de saber conlleva una construcción: "Las enfermedades mentales son enfermedades del cerebro" (Griesinger). Demolidas las barreras entre ciencias exactas y ciencias humanas, adoptamos el modelo para el estudio de la naturaleza que refleje la variedad de los fenómenos que observamos.
El hombre experimentaba una cierta extrañeza en relación con las ciencias exactas: la vida, la cultura, sus contingencias eran ajenas a la naturaleza que describían. Sólo a partir de las ideas formales de lo aleatorio y lo irreversible, la ciencia puede hacer compatible el universo con la biología y la cultura.
Cuando los parámetros característicos cambian, los modelos deben recalibrarse sobre la marcha, para compensar la incapacidad de predecir el comportamiento del objeto de estudio.
Con la demencia precoz no podemos remontarnos, como en la corea de Huntington, al momento en que el gen mutó. Todos los pueblos que dejaron una cultura dan cuenta de su existencia. Pero la alteración cromosómica está y es núcleo de investigación genética, como otras enfermedades heredodegenerativas. Fue una fluctuación que no regresó pues se acomodó a las condiciones externas.
Tenemos que aceptar un cierto grado de incerteza o dar la razón a Sir Francis Walshe y su ironía:
"el estado actual de la neuropsiquiatría se parece al de la mula, carece del orgullo de sus ancestros y de la esperanza de la posteridad".
El cerebro es un lugar de interacción entre lo heredado y lo adquirido. El renacimiento de la neuropsiquiatría viene de la mano de la neuroanatomía, de la genética, de la correlación anátomo-clínica y de la relectura de los textos de la antigua neuropsiquiatría. Tal vez así podamos captar la unidad esencial de las enfermedades heredodegenerativas del Sistema Nervioso.
La demencia precoz, cuando es primaria, además es sistemática. En la mitad del período gestacional, algunos neuroblastos se alteran en su migración y diferenciación, genéticamente regidas. En su emplazamiento definitivo, forman en regiones específicas racimos de células inmaduras. Se constituyen en neuronas semidiferenciadas que cumplen su limitada función hasta el momento en que aparece el trema. La potencialidad de la vida del individuo se ha sesgado. Pone de manifiesto el desconcierto interior y exterior (apofanía) mientras la enfermedad avanza en forma lenta o brutal, dependiendo del poder de penetración de los genes en su interacción con el medio ambiente intracelular y de las neuronas afectadas con su entorno cerebral. Llega el desmoronamiento de la personalidad: pérdida de la iniciativa, apatía, abulia, indiferencia afectiva. El daño ha desinhibido la locura, o mejor dicho, ha liberado los arquetipos del cerebro interno (de observación tan clara en la Parálisis General). Aún en las formas frustras el individuo presentará el sesgo.
Luego de la autopsia, fijando el cerebro en formaldehído y cortándolo en forma vértico-frontal, se observa macroscópicamente un cuerpo calloso más espeso que lo normal, los ventrículos laterales dilatados sobre todo en su porción esfenoidal y la retracción del parahipocampo que da lugar a un surco colateral ensanchado. Las fibras mielínicas que proceden de la neocorteza lateral y se dirigen al parahipocampo están notablemente reducidas. También las interpalidales.
Microscópicamente están alteradas en su forma y citoarquitectura las neuronas del sistema temporal; de la porción anterior de la circunvolución del cuerpo calloso y la región retroesplenial, de la porción anterior y baja de la corteza insular y del claustrum y los núcleos de la línea media del tálamo. Llama la atención que las porciones corticales más afectadas son las agranulares, de células piramidales, funcionalmente efectoras.
No hay diferencia entre los sexos, está más afectado el hemisferio dominante, la gliosis reaccional es mínima o no existe. El predominio de signos clínicos deficitarios está asociado con la aparición temprana de la enfermedad y a la carga hereditaria; índice de mal pronóstico. En cambio, el predominio de signos positivos es la correlación menos certera. Clínicamente cuanto más tardía es la irrupción sobre una personalidad más integrada, el desmoronamiento es de menor intensidad.
La demencia precoz es mejor comprendida a partir del concepto de destrucción cualitativa. Puede diferir en grado pero no en calidad. Si bien la mayor parte de los casos son precedidos por síntomas en la juventud, también pueden evidenciarse poco después del nacimiento: autismo infantil de Kanner, y ser constante y no progresiva.
El tejido fetal cerebral no puede dar respuesta tempranamente y las lesiones destructivas aparecen puras. La concurrencia de síntomas psicóticos y caracteropáticos en los trastornos neurológicos hablan de la unidad de las enfermedades heredodegenerativas del Sistema Nervioso.
La genética es el puente entre la antigua y la moderna neuropsiquiatría. Ella busca encontrar e identificar los genes responsables. Los estudios hablan de más de 100 variantes, pero tratándose del código genético, no resulta prudente hablar aún de ellos como en el caso de la Psicosis maníaco-depresiva (par 11), de la corea de Huntington (par 4) o de la enfermedad de Alzheimer familiar (par 21) y otras en que la transmisión es dominante.
Los factores ambientales como las catástrofes aparentan participar en un 5-10% de los casos, pero no se conocen datos sobre la personalidad premórbida. Tampoco se conoce mucho sobre la acción de agentes mutantes perigestacionales.
En cambio los datos proporcionados por Johnstone, E.C. por l.A.C. en 1976 y 10 años más tarde corroborados por Shelton y Weinberger en R.M.M. dieron el punto de arranque para la investigación neuropatológica. Las alteraciones bioquímicas aparecen así como secundarias al daño estructural.
El sistema temporal está compuesto por el hipocampo con su fascia dentada, el núcleo amigdalino, el subículum, el parahipocampo y sus complejas vías aferentes, eferentes y de interconexión. Es el sistema de la preservación individual.
Al parahipocampo llegan las fibras de las cortezas que reciben y procesan los estímulos intero y exteroceptivos, la primera estación de relevo es, precisamente, la corteza entorrinal. De allí, los axones de las neuronas piramidales forman un fascículo, descrito por Cajal en 1893 y por Lorente de Nó en 1934. Las fibras se introducen en la formación del hipocampo por el ángulo presubicular y se distribuyen en tres vías: témporo-ammónica, perforante y alvear. Contactan con la capa plexiforme y se arborizan llegando a hacer sinapsis con las células piramidales y grano.
Al núcleo amigdalino llegan los impulsos olfatorios de la estría lateral, al complejo córtico-medial, que se contactan con los baso-laterales mediante las masas grises intercalares. La principal información del medio externo proviene también del polo temporal y cortezas adyacentes.
El núcleo amigdalino y el asta de Ammón constituyen regiones donde convergen los estímulos externos (fascículo longitudinal inferior) y los internos (fascículo del cíngulum). La acción conjunta de ambas estructuras permite la continua adaptación del organismo al medio ambiente y sus cambios. La corteza entorrinal selecciona la información que es fijada en la memoria por el hipocampo y simultáneamente procesada por el núcleo amigdalino al nudo del sistema límbico: el hipotálamo anterior, área pre-óptica y sustancia innominada.
El hipotálamo medial, continuación de la sustancia gris periacueductal responde frente a los estímulos nocivos mediante el ataque o la huida, opuestamente, el hipotálamo lateral cumple la función de acercamiento al placer. Esta estructura en las tres respuestas emocionales básicas: temor, agrado e indiferencia.
Así como el funcionamiento normal de una célula o de los núcleos depende de la sumatoria de excitaciones e inhibiciones, la adecuada adaptación del individuo a su medio ambiente está dada por el equilibrio entre intelecto, emoción y volición.
Todo indica que el quiebre de la personalidad en la demencia precoz está dada por el daño genético sobre el sistema temporal. Los síntomas que emergen: alucinaciones autorreferenciales, paramnesias que remedan a la psicosis de Korsakoff, paralogías (pensamiento en corto circuito) expresado en el lenguaje con las excesivas variantes de parafasias, las estereotipias motoras de tipo extrapiramidal, nos muestra un cerebro víscero-emocional desreprimido en un individuo desvinculado de la sociedad y la cultura.
Estamos en el punto que dejaron Griesinger y Wernicke. Iniciamos el estudio anátomo-patológico de la demencia precoz.
Resumen
La demencia precoz como enfermedad heredodegenerativa sistemática del Sistema Nervioso central, es la expresión de un genoma alterado. Se traduce en una clínica de disfunción del sistema temporal. El nuevo camino que nos abre la ciencia: la vida como fenómeno de autoorganización, nos da un posible punto de referencia para el estudio de la complejidad cerebral.
Palabras clave: Demencia precoz heredodegenerativa.
Neurobiología de la esquizofrenia.
Disfunción temporal.
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