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Año XII, vol 10, N°1, julio de 2001

El trabajo y la salud mental de los peritos médicos oficiales

Edgardo Piaggio1

Sumario

Los Peritos, especialmente los psiquiatras y psicólogos que trabajamos en el ámbito de la justicia, estamos en contacto cotidiano con situaciones de violencia de las cuales somos participes al establecer inevitablemente un vínculo empático con aquellas personas que nos trasmiten desde un discurso violento escenas y escenarios frecuentemente macabros. Es difícil, aun a pesar del largo tiempo en el cual se ha desarrollado la tarea, ser testigos impersonales de aquello que se escucha en nuestros consultorios judiciales.

Sugerencia: las vivencias reiterantes de un discurso violento generan en nosotros un efecto acumulativo con la movilización...

Las vivencias reiterantes de un discurso violento generan en nosotros un efecto acumulativo con la movilización consecuente, y la reactualización emocional de nuestras propias experiencias personales traumáticas, determina respuestas emocionales que, a lo largo del tiempo, transforman nuestra experiencia personal íntima y modifican nuestros estilos personales, nuestra manera de ser y comportarnos.

A lo largo del trabajo se explícita cual es el devenir de este proceso que conciente o inconscientemente se instaura crónicamente en nosotros a partir de la naturaleza del trabajo, la naturaleza de las personas que examinamos, el contexto sociocultural en el que se desarrolla la tarea y la experiencia acumulativa del trauma.

Summary

The forensic expert, especially the psychiatrist and psychologist, that works in the law field, is in everyday contact with acts of violence. Inevitably, while establishing a sympathetic relationship, we take part in those situations by listening to their violent speech full of scenes which are often macabre. It is hard to be the objective witness of what one has to listen to, even though we may have been dealing with this situation for a long time. The remembrances that emerge from a violent speech not only have a cumulative effect on us but they also make us relive our own personal experience. Moreover, they determine our emotional responses and modify our privacy and way of living throughout time. This work will focus on the development of this process which, consciously or unconsciously, will be acquired by us as part of the nature of our activity we carry out, the kind of the people we analyse, the socio-cultural conditions in which our activity is developed & the cumulative effect of trauma.

 

Los efectos del trabajo sobre el psiquismo y la salud mental del perito médico oficial, y el psiquiatra en especial, tienen características de variada naturaleza, desde aquellos que son inmediatos como son las vivencias contratransferenciales y el estrés cotidiano por la frecuente perentoriedad de la tarea demandada, a aquellos que son producto del paso del tiempo y la acción, podríamos decir crónica, de la modalidad del trabajo, efectos descriptos como Síndrome de Burn Out y la Traumatización Vicariante.

Fue Freudenberger en 1974 quien por primera vez describió un síndrome de cansancio mental y físico producido por una pesada carga laboral, a este síndrome él lo llamó Burn Out, palabra compuesta de difícil traducción con la que le puso nombre a las características de la patología que observó.

Describimos así a un proceso atravez del cual a partir del trabajo cotidiano nuestra experiencia íntima se va transformando negativamente a raíz del efecto de variables que están relacionadas con: a) la naturaleza del trabajo, b) la naturaleza de las personas que tenemos que examinar, c) el contexto sociocultural y d) el contexto institucional en el que trabajamos.

En principio es fácil advertir el cansancio producto de nuestro trabajo, el estrés cotidiano, vivencias contratransferenciales etc., pero lo difícil es advertir el efecto acumulativo y crónico que como consecuencia de la naturaleza del trabajo que hacemos nos va transformando.

Considero que si bien todos estamos expuestos al padecimiento de trastornos psicofísicos ligados a las consecuencias de nuestra tarea cotidiana, son los profesionales mas jóvenes quienes se tornan mas vulnerables dada su menor experiencia y madurez profesional. En este sentido la obtención un sentimiento claro de los propios valores y limitaciones, la revisión de los fracasos y la capitalización de los logros implica tiempo de introspección y reflexión compartida.

Cuando los trastornos en la salud mental comienzan a instalarse el primer síntoma emocional que surge remite a una declinación de la capacidad para experimentar placer por la tarea, y el riesgo y posterior consecuencia es la perdida de la capacidad imaginativa y de creación. Es así que el efecto acumulativo del impacto emocional que genera en la estructura yoica del profesional la modalidad del trabajo en relación con el contexto institucional y sociocultural en el que se desarrolla, determina modificaciones en la identidad profesional concientizadas o no por este.

Intentaré describir cuales son los posibles caminos atravez de los cuales se va consumando este síndrome.

1) En principio el profesional se ve atraído y seducido por el ingreso a la Institución (Poder Judicial). Esta le daría posibilidades de desarrollo personal, un lugar donde volcar sus apetencias vocacionales , la seguridad de una retribución económica y por último un lugar de pertenencia respetado y respetable. En pos de lograr su objetivo se prepara científicamente y comienza a buscar vínculos que lo acerquen a la Institución. En esta instancia en general gran parte de su energía psíquica se pone a disposición del logro de sus objetivos puntuales.

2) Una vez que se ha logrado el ingreso, el sentimiento de pertenencia incrementa su autoestima y el profesional se reafirma en la ilusión de sus metas y los logros primarios lo estimulan.

Al tiempo y frente a la acumulación de la tarea comienza a llevarse el trabajo a casa y si no se lleva el trabajo se lleva sus preocupaciones y se siente culpable por no disponer de tiempo para cumplir con la tarea que día a día se incrementa y torna mas compleja. Comienza a padecer sentimientos ambivalentes respecto de su trabajo y aparecen las primera ansiedades persecutorias. Este tiempo es variable pero nunca excede de los 5 a 6 años.

3) Transcurrido ese tiempo se toma conciencia de la situación, se siente cansancio , comienzan a percibirse los síntomas físicos y psíquicos pero no se puede salir de la institución, ésta ya forma parte de su vida profesional y es difícil por otra parte desprenderse de la retribución económica que la institución brinda. Las ansiedades persecutorias se pueden incrementar.

4) Se instala la pérdida de la empatía con el trabajo y la sintomatología se hace florida. Se comienza a buscar el reconocimiento fuera de la institución. Al mismo tiempo que aparecen sentimientos de rechazo al “cliente” es decir toda persona que la institución “obliga” a que se la examine. Se comienza a presentar trabajos científicos o no tanto, se autoestimula la participación en congresos, jornadas etcétera (eventos públicos). Se presta a reportajes y otras acciones tendientes al reconocimiento que faciliten la recomposición de la autoestima, un reconocimiento no se obtiene desde lo Institucional, etcétera.

Los síntomas y signos de estos trastornos que suelen aparecer son insidiosos y de variada naturaleza y no siempre concurrentes. Es así que se pueden observar quejas por la falta de tiempo o energía para uno mismo. Inquietud, irritabilidad, tristeza. Ansiedades paranoides, siendo este el síntoma más frecuente. Preocupaciones y temores por la tarea no cumplida o realizada con apuro. Sentimientos ambivalentes respecto del trabajo que se van incrementando con el correr del tiempo. Insomnio, mal despertar, dolor de cabeza. Contracturas musculares, Hipertensión o agravamiento de trastornos físicos o psicosomáticos preexistentes. Trastornos cognitivos como olvidos, incompetencia y falta de creatividad por embotamiento y falta de concentración. Es frecuente el cinismo en la relación interpersonal, no poder expresar las emociones y sostener un estereotipo que genera un “como sí” que se instala y perdura. Frecuentemente y dependiendo de los rasgos personales se incrementa el aislamiento. Dificultades sexuales. Sensibilidad aumentada a la violencia. Desesperanza. Alteraciones en las experiencias sensoriales por la emergencia de imágenes intrusivas relacionadas a un discurso e imágenes que refieren escenarios y escenas violentas y a veces macabras de las que el perito no puede dejar de participar pues no siempre puede ser un testigo impersonal de lo que se dice. Esta situación genera cambios en los esquemas referenciales que modifican su subjetividad y su relación con el entorno cotidiano.

Por la naturaleza del trabajo nuestros examinados siempre nos aportan un material cargado de destrucción , personal y social, que genera reacciones contratransferenciales diversas, enojo, rechazo, irritación, compasión, etc. Escuchar el relato pormenorizado de un homicidio, una violación, el ataque despiadado a una persona, el abuso o maltrato a un menor, una mujer golpeada, un enfermo no recuperable, un conflicto familiar, etc. no puede dejar de movilizar en el profesional sea este hombre o mujer experiencias o fantasmas propios vinculados al relato. La reiteración en el tiempo y la intensidad de las situaciones traumáticas escenificadas generan de por si una especial sensibilización y transformación en los sentimientos.

Cada profesional aporta, en el devenir de este trabajo cotidiano, su historia personal cargada en mayor o menor medida de situaciones traumáticas y/o conflictos no resueltos, con su estilo de personalidad y modalidades de sus defensas. El contexto actual de su vida con sus avatares y dificultades personales y vinculares siempre se vera incluido. Su historia profesional y la experiencia acumulada tanto en la profesión como en la tarea específica (traignin) hará que sea mayor o menor la intensidad de las vivencias contratransferenciales y el efecto crónico de estas. Las características de la autoexigencia y la tolerancia a la frustración y/o fracaso. El sostenimiento de expectativas no realistas respecto de la profesión y la tarea desarrollada. La creencia infundada en el valor del estoicismo o la tendencia a silenciar los sentimientos por vergüenza o temor. El trabajo excesivo en favor de un sistema y modelo que se quiere cambiar y no se puede. Y por último, la posibilidad de tener su análisis personal y supervisión, situación que facilitaría una mejor adecuación personal y concientización de la problemática intrapsíquica que la tarea genera.

La estructura institucional contribuye para el desencadenamiento de estos trastornos. En principio lo hace cuando demanda soluciones que no están al alcance del profesional, convirtiéndolo en una variable de ajuste de aquello que la institución no puede resolver. La demanda de tareas a horarios no previstos y en forma intempestiva. La sobrecarga de trabajo con carencia de adecuados recursos humanos, técnicos y de infraestructura. La falta de reconocimiento por la tarea y la gravedad de las consecuencias de las situaciones traumáticas por las que atraviesa el perito, tanto como consecuencia de su tarea específica como por los avatares de la relación con la Institución serán condicionantes infalibles.

Si tenemos en cuenta que la sexualidad y el trabajo son los soportes fundamentales de la vida afectiva, la emergencia de las dificultades que se refirieron y que contribuyen a que en definitiva el profesional se sienta una víctima del trabajo que realiza no hacen mas que generar resistencias a este con indiferencia y apatía y el riesgo es el deterioro de la vivencia de la condición profesional (identidad profesional), identidad que declinará o por lo menos se puede distorsionar.

Por último haré referencias a algunas pautas que en mi criterio hacen a la prevención del trastorno: en principio considero necesario que tanto los profesionales como las autoridades hagan un adecuado reconocimiento de los factores de riesgo para evitar la “alienación de uno mismo”. Tratar de no llevarse el trabajo a casa, estableciendo una adecuada diferenciación entre el trabajo, la familia y las necesidades personales. Prestar atención a la realización de actividades recreativas de cualquier índole. Compartir la tarea con el grupo y generar la formación de grupos de reflexión donde se puedan hablar los temas conflictivos. Poner límites al tiempo de trabajo mas allá de las exigencias institucionales. Enfatizar la formación y el enriquecimiento personal y profesional mas allá de la función desarrollada.

En definitiva si bien el padecimiento de trastornos ligados al denominado síndrome de burn out y la traumatización vicariante en general es inevitable, es de tener en cuenta que una adecuada concientización y reconocimiento de cuales son las consecuencias en una mismo, hacen al manejo del síntoma y su proyección en el desarrollo de la vida personal y profesional.

  

Nota al pie:

1 Médico Psiquiatra y Legista (UBA). Jefe de la Asesoría Pericial de San Isidro. Poder Judicial de la Provincia de Bs. As. Wineberg 3105 La Lucila (1636). E-mail: piaggio@sion.com

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