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Año XII, vol 10, N°1, julio de 2001Infecciones gestacionales maternas y complicaciones obstétricas en las psicosis esquizofrénicas crónicas1
Gerald Stöber2
Introducción
La teoría del neurodesarrollo de la esquizofrenia, en su formulación actual, emergió a partir de los hallazgos patobiológicos de lesiones cerebrales tempranas y de malformaciones del desarrollo cerebral fetal durante los períodos cruciales de la maduración cerebral(1,2). Los errores en el desarrollo neural pueden estar determinados genéticamente o pueden ser disparados por varios factores exógenos. En una cantidad de estudios de caso controlados se ha hallado que las complicaciones obstétricas son factores de riesgo putativos para el posterior desarrollo de esquizofrenia. Un meta-análisis reciente halló, entre los pacientes esquizofrénicos, la ocurrencia de las complicaciones obstétricas (CO) con dos veces mayor probabilidad que en los controles y calculó su riesgo atribuible en 0,22, asumiendo que las CO podrían dar cuenta de alrededor del 20% de los casos de esquizofrenia(3).
Ha sido materia de controversia la relación entre la exposición a varias enfermedades bacterianas o virales durante el embarazo y el desarrollo de esquizofrenia en la adultez. Un apoyo indirecto de esta asociación provino de los estudios realizados sobre el efecto de nacimiento estacional, principalmente en los sujetos esquizofrénicos con bajo riesgo genético(4). La investigación reciente sugiere que el efecto de nacimiento estacional se relaciona con la recurrencia epidémica anual de las enfermedades infecciosas. Watson et al.(5) fueron los primeros en informar acerca de un incremento de la incidencia de las tasas de nacimiento de esquizofrénicos luego de un marcado aumento de la frecuencia de algunas enfermedades infecciosas. Mednick et al.(6) demostraron que el riesgo para desarrollar esquizofrenia aumentó en la descendencia de las mujeres que estaban cursando el segundo trimestre del embarazo cuando estaba en su pico la epidemia de influenza A2 de 1957. La mayoría de los estudios de población acerca de esta epidemia han confirmado que hubo una asociación positiva entre la exposición en el segundo trimestre y un aumento en el riesgo para la esquizofrenia(4). Sin embargo, el aumento de la incidencia de los nacimientos de esquizofrénicos durante los meses de invierno y primavera sólo puede ser parcialmente explicada por las fluctuaciones de la incidencia de la gripe en la población general. La prevalencia estacional de otras formas de infecciones respiratorias agudas (por ejemplo, de neumonía o de bronquitis aguda) también se asocia con un aumento de la incidencia de esquizofrenia(5,7,8,). La asociación fue más prominente después de la exposición a estas infecciones respiratorias durante el 3er al 7mo mes de la gestación (Tabla 1).
Franzek y Beckmann(7) informaron que entre 1.299 sujetos esquizofrénicos, según el DSM-III-R, solamente los subgrupos diagnósticos con una baja carga genética (es decir, las categorías leonhardianas de psicosis cicloides y esquizofrenias sistemáticas(9,10)) mostraron un efecto de nacimiento estacional siguiendo al pico anual de las infecciones respiratorias agudas en la población general. Las esquizofrenias no sistemáticas, que tienen una alta agregación familiar de psicosis, no mostraron un efecto de nacimiento estacional.
En una muestra inicial de 55 esquizofrénicos crónicos, hemos informado que las enfermedades infecciosas maternas padecidas a mediados de la gestación estuvieron presentes en las historias del nacimiento de los pacientes esquizofrénicos y que esas infecciones maternas se asociaron con un incremento en la frecuencia de otras complicaciones obstétricas adicionales(11,12). Al aplicar la clasificación de Leonhard a nuestra muestra, se encontró que la frecuencia de las infecciones estuvo significativamente aumentada en las esquizofrenias sistemáticas (casos esporádicos con baja agregación familiar de esquizofrenia) en comparación con las esquizofrenias no sistemáticas (formas de determinación principalmente genéticas de acuerdo con los hallazgos de Leonhard) y con los controles normales. La mayoría de las infecciones ocurrieron durante el segundo trimestre y en particular durante el quinto mes de la gestación. Aquí, informamos nuestros hallazgos en una muestra extendida de 80 pacientes esquizofrénicos crónicos y de 80 controles sanos(12,13).
Métodos
Los pacientes fueron reclutados a partir del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Würzburg y del Hospital Psiquiátrico Estatal en Lohr/Main. Estos pacientes cumplieron los criterios diagnósticos de la esquizofrenia crónica según el DSM-III-R tanto como con el concepto de Leonhard de esquizofrenia. Así, todos los pacientes tuvieron un desenlace desfavorable con una severa psicopatología residual. Para su inclusión en este estudio, las madres de los pacientes tenían que estar vivas y aceptar ser entrevistadas. H. Beckmann y E. Franzek establecieron los diagnósticos de acuerdo con la clasificación de Leonhard. Se realizó un diagnóstico de esquizofrenia sistemática y no sistemática en 36 y en 44 pacientes, respectivamente. Leonhard delineó el cuadro de las esquizofrenias sistemáticas y no sistemáticas en base a la fenomenología y al curso en el largo plazo(9,10). Las esquizofrenias no sistemáticas generalmente presentan un inicio agudo, una sintomatología polimorfa y cursos remitentes que terminan en estados residuales de grado variable. En estas formas es esencial la bipolaridad en el comportamiento psicomotor (catatonía periódica), en los procesos del pensamiento (catafasia) y en el estado afectivo acompañados por delirios paranoides y alucinaciones (parafrenia afectiva). En las esquizofrenias no sistemáticas el riesgo homotípico de morbilidad es alto, lo cual indica que estas formas están determinadas principalmente genéticamente. Las esquizofrenias sistemáticas comienzan, en su mayoría, insidiosamente y cursan una evolución progresiva, no remitente, que termina en síndromes residuales estables y distintos que no son esencialmente influidos por los modernos tratamientos psicofarmacológicos. Los síndromes de las catatonías, parafrenias y hebefrenias sistemáticas, meticulosamente descriptos por Leonhard, no presentan fluctuaciones en la sintomatología. En estas formas de esquizofrenias crónicas la herencia es muy baja en tanto que los factores ambientales pueden jugar un papel significativo en su etiología. Entre los grupos diagnósticos involucrados no difirieron significativamente las características demográficas y clínicas de los sujetos ni la edad de las madres al momento del nacimiento de los probandos y de la entrevista (Tabla 2).
En este estudio, se entrevistó a 80 madres de pacientes esquizofrénicos crónicos y a 80 madres de controles física y mentalmente sanos para evaluar los eventos adversos que hubieran ocurrido durante el período pre y perinatal. Se evaluó la historia del embarazo, del parto y del desarrollo postnatal con un cuestionario altamente estructurado (ver el Apéndice). Se tomó contacto con las madres por medio de cartas y/o por teléfono y se les explicó el propósito del estudio. Cada entrevista fue en vivo y duró alrededor de 2 horas; no se realizaron entrevistas telefónicas. La mayoría de las entrevistas se llevó a cabo en la casa de las madres. Se le dio una gran importancia a la ocurrencia de enfermedades infecciosas durante el embarazo. El entrevistador (G. S.) le preguntó repetidas veces a cada una de las madres si sufrió alguna enfermedad infecciosa durante el embarazo. Luego de esto, rutinariamente, se realizaron preguntas más específicas acerca de la naturaleza de la enfermedad infecciosa. Si recordaban cualquier infección, se le preguntaba a las madres acerca del momento de manifestación durante el embarazo (mes y trimestre) y se documentaban cuidadosamente estos datos complementarios. De manera similar, se le preguntó a las madres acerca de su historia obstétrica desde los factores de riesgo prenatales e intraparto a los postnatales. Se calificó a las complicaciones obstétricas y perinatales según la escala de CO de Lewis et al.(14). Para ser ubicado dentro del grupo de CO se requirió que estuviera presente al menos una complicación definitiva. El entrevistador no estuvo al tanto de los diagnósticos de subtipo de los probandos ni de la historia familiar de psicosis y no se le permitió preguntar acerca de tales temas. Como enfoque más conservador, se usó la edad en la primera hospitalización como la definición de la edad de comienzo. Para el análisis estadístico se usó un Student t-test (datos demográficos, edad de inicio) y una prueba de c2 (ocurrencia de infecciones gestacionales y CO).
Resultados
Infecciones gestacionales maternas
En nuestra muestra, 16 (20%) de 80 madres de esquizofrénicos crónicos y 10 (13%) de 80 madres control recordaron inequívocamente haber tenido una enfermedad infecciosa durante el embarazo. No fue significativa la diferencia encontrada entre los grupos esquizofrénico y control con respecto a la frecuencia de las infecciones maternas durante el embarazo. Sin embargo, la distribución por trimestre y por mes fue significativamente diferente entre los dos grupos. Comparadas con los controles, las madres de los esquizofrénicos informaron significativamente más infecciones durante el segundo trimestre que en el primero y en el tercer trimestre (Figura 1).
En el segundo trimestre ocurrieron once infecciones, mientras que en el grupo control las infecciones gestacionales se distribuyeron de igual manera entre los trimestres (c2 = 9,17; df = 2; p < 0,02). Con respecto a la distribución mensual de las infecciones gestacionales, 7 (44%) de 16 infecciones se informaron durante el quinto mes de gestación (c2 = 19,28; df = 8; p < 0,02). Este patrón de distribución mensual de las infecciones maternas fue significativamente diferente comparado con el de los controles (c2 = 3,97; df = 1; p < 0,05). Las infecciones maternas en los controles se distribuyeron de igual manera a lo largo de la gestación sin predominancia en el quinto o en el sexto mes. La mayoría de las infecciones sucedió en el tracto respiratorio, dando cuenta del 56% de todas las infecciones gestacionales y del 64% de todas las infecciones del segundo trimestre. Siete (44%) de 16 madres informaron gripe o un resfrío febril durante la mitad de la gestación (Tabla 3). No se hizo referencia a la rubéola, sarampión, paperas, varicela o citomegalovirus, de los cuales se sabe que causan grandes daños fetales.
Al aplicar la subdivisión de Leonhard de las esquizofrenias crónicas, significativamente más madres de pacientes esquizofrénicos sistemáticos informaron infecciones gestacionales de lo que lo hicieron las madres de los sujetos con esquizofrenia no sistemática (c2 = 10,62; df = 1; p < 0,01) o las de los controles (c2 = 8,71; df = 1; p < 0,01; Figura 2). El 36% de las madres de los pacientes esquizofrénicos sistemáticos sufrió infecciones gestacionales comparadas con el 7% en la esquizofrenia no sistemática y con el 13% en los controles. Centrados en el segundo trimestre encontramos un exceso significativo de infecciones maternas en los sujetos con esquizofrenia sistemática comparados tanto con la esquizofrenia no sistemática (c2 = 10,86; df = 1; p < 0,001) como con los controles (c2 = 14,4; df = 1; p < 0,001; Figura 3). Las infecciones durante el quinto mes de la gestación fueron informadas exclusivamente en los pacientes esquizofrénicos sistemáticos.
Trece de 16 madres con infecciones gestacionales también informaron complicaciones obstétricas. Esta tasa fue significativamente mayor que la tasa de CO positivas entre las madres sin infecciones gestacionales (c2 = 4,18; df = 1; p < 0,05). No se informó un tipo específico de CO luego de las infecciones.
Complicaciones obstétricas
La ocurrencia de al menos una CO definitiva fue similar en la esquizofrenia crónica (47 de 80) y en los controles (39 de 80) (Figura 4). Al dividir a las esquizofrenias según la nosología de Leonhard, la cohorte de las esquizofrenias sistemáticas mostró significativamente más CO que los controles (c2 = 4,29; df = 1; p < 0,05) o que los pacientes con esquizofrenias no sistemáticas (c2 = 3,09; df = 1; p < 0,1). En las esquizofrenias no sistemáticas no se observaron las CO con una frecuencia aumentada, pero aquellos pacientes que tuvieron una historia de CO (n = 22) fueron hospitalizados significativamente más temprano en la vida (20,5 ± 4,9 años) comparados con aquellos que no tuvieron CO (n = 22; 25,6 ± 6,1 años; t = 3,147; p < 0,01). En la esquizofrenia sistemática los sujetos con historia positiva de CO (n = 25) tuvieron una edad de inicio similar (23,0 ± 8,5 años) a la de aquellos sin historia de CO (n = 11; 25,0 ± 6,9 años; ns).
Discusión
En este estudio investigamos la ocurrencia de infecciones gestacionales individuales y de otras complicaciones obstétricas en las historias perinatales de los pacientes con esquizofrenias sistemáticas y no sistemáticas. Entre las madres cuyos hijos desarrollaron una esquizofrenia crónica más tarde en sus vidas encontramos un aumento del porcentaje de las infecciones a mediados de la gestación, en particular de gripe y de resfrío febril(11). Se encontró que las infecciones del segundo trimestre, particularmente durante el quinto mes de la gestación, se asociaron significativamente con el diagnóstico de esquizofrenia sistemática. Las enfermedades infecciosas maternas parecen haberse asociado con la ocurrencia de CO adicionales.
Nuestros resultados anteriores han sido ahora confirmados en una extensa muestra de 80 pacientes esquizofrénicos(13) y han sido recientemente replicados en una muestra independiente de 121 sujetos esquizofrénicos(15). Las infecciones respiratorias constituyeron la mayoría (56%) de las infecciones en las historias neonatales de los esquizofrénicos crónicos según el DSM-III-R. En particular, las infecciones gestacionales del segundo trimestre estuvieron confinadas a los subtipos de las esquizofrenias sistemáticas caracterizadas por un curso crónico sin remisiones y con síndromes residuales distintos. En las esquizofrenias sistemáticas la carga familiar con parientes psicóticos de primer grado es muy baja(10). El 28% de las madres de los pacientes esquizofrénicos sistemáticos recordaron haber padecido una infección severa a mediados de la gestación. Las infecciones durante el quinto mes de la gestación fueron informadas exclusivamente en los esquizofrénicos sistemáticos(13). Así, la manifestación de las enfermedades infecciosas en las mujeres embarazadas parece ser de la mayor relevancia etiológica para las formas sistemáticas de las esquizofrenias que, de acuerdo con los hallazgos de Leonhard, no son genéticas. No encontramos evidencia de que las infecciones prenatales interactúen etiológicamente con las esquizofrenias no sistemáticas. Esto nos indicó que, en los casos de una alta carga genética, no hay una interacción aditiva de la predisposición genética y de los factores ambientales, tal como las infecciones gestacionales. Obviamente, las infecciones maternas no se asocian con los casos de alta carga genética, es decir, con un pariente esquizofrénico de primer grado. Sin embargo, la distribución familiar/esporádica en la esquizofrenia del DSM-III-R no es distinta(11,15). Además, nuestros datos indican que las infecciones gestacionales no se asignan a un género específico en la descendencia esquizofrénica: el 23% de los pacientes esquizofrénicos hombres y el 14% de las pacientes esquizofrénicas mujeres estuvieron expuestas a las infecciones gestacionales, una diferencia sin significación estadística. Nuestros hallazgos sugieren que las infecciones virales pueden resultar en lesiones selectivas en las vías neuronales en el cerebro fetal tanto directamente por acción del virus o por medio del trastorno de la respuesta inmune materna. Nuestros resultados brindan apoyo a hallazgos recientes acerca del rol de los trastornos de la maduración cerebral prenatal en la etiología de la esquizofrenia. Las investigaciones neurohistológicas postmortem de los pacientes esquizofrénicos revelaron alteraciones citoarquitectónicas definitivas en la región entorrinal rostral de la circunvolución parahipocámpica atribuibles a disrupciones de la migración neuronal durante el segundo trimestre de la gestación(1).
La asociación de la esquizofrenia con las infecciones de mediados de la gestación no parece estar restringida al efecto de las infecciones por influenza. Los estudios epidemiológicos proveyeron evidencia de que solamente una fracción de la incidencia de la esquizofrenia podría ser ligada al número de muertes por influenza en los meses precedentes, lo cual ha sido la medida de exposición comúnmente usada. También hubo una asociación significativa de la exposición medio-gestacional con otras formas de infecciones respiratorias agudas, por ejemplo, con la neumonía o con las bronquitis agudas, y el incremento de la incidencia de esquizofrenia(5,7,8). En un estudio epidemiológico, Franzek y Beckmann (1992) informaron que tanto las categorías leonhardianas de las psicosis cicloides como las de las esquizofrenias sistemáticas mostraron un efecto de nacimiento estacional siguiendo a los picos estacionales de ocurrencia de las infecciones respiratorias agudas en la población general.
Dos estudios prospectivos con cohortes de nacimiento(16,17) han concluido que no hubo asociación entre la gripe y la esquizofrenia. Sin embargo, junto a otras deficiencias metodológicas, ambos estudios fueron criticados por su insuficiente poder estadístico para detectar las asociaciones positivas(18). Los datos acerca del período prenatal y perinatal se obtuvieron en nuestro estudio, en forma retrospectiva, por medio de una entrevista personal con las madres y utilizando un cuestionario estructurado. El hallazgo de que las infecciones maternas gestacionales ocurrieron con una incidencia significativamente aumentada durante períodos de tiempo específicos podría ser considerado como un artefacto producido por las entrevistas retrospectivas a las madres años después del nacimiento de sus niños. En las esquizofrenias crónicas hallamos una tasa de infecciones maternas gestacionales similar a la de los controles normales. La tasa de enfermedades infecciosas se correspondió bien con la de las infecciones maternas encontradas en una cohorte de pacientes con esquizofrenia según el DSM-III-R. Además, en una submuestra de cuatro pacientes, las madres entrevistadas con el cuestionario arriba mencionado pudieron recordar sus propias infecciones gestacionales tan precisamente como estaba registrado en los registros de la maternidad(18). De este modo, parece poco probable que un sesgo sistemático en los recuerdos maternos pudiera dar cuenta de nuestros resultados.
Se halló que las infecciones maternas durante el embarazo se seguían de una tasa significativamente aumentada de complicaciones obstétricas adicionales. Así, por un lado, las CO pudieron haber sido eventos nocivos de acción independiente, intensificando los trastornos causados por las infecciones medio-gestacionales. Por otro lado, las infecciones maternas severas pudieron haber incrementado la probabilidad de las complicaciones perinatales y, de este modo, haber sido responsables de los niveles aumentados de CO(12). A diferencia de la mayoría de los estudios con casos controles(3), nosotros no encontramos un exceso global de complicaciones obstétricas entre los pacientes esquizofrénicos crónicos. Sin embargo, junto a una alta incidencia de las infecciones maternas, se observó un aumento de la tasa de las CO en los sujetos esquizofrénicos sistemáticos. En la esquizofrenia sistemática no se asoció una historia de CO con un inicio temprano de la enfermedad. Sin embargo, en las esquizofrenias no sistemáticas, genéticamente determinadas, hemos encontrado que la presencia de distress perinatal se asoció con un inicio temprano de la enfermedad. Esto indica que, en las esquizofrenias no sistemáticas, las CO son uno de los factores contribuyentes más importantes en la determinación del inicio temprano de la enfermedad.
Conclusión
El diagnóstico de esquizofrenia sistemática se asocia con un aumento en el número de las infecciones maternas durante el segundo trimestre de la gestación. Las infecciones maternas son seguidas por un incremento en la incidencia de otras complicaciones obstétricas. Sin embargo, en las esquizofrenias no sistemáticas no hemos podido identificar una asociación con las infecciones maternas durante el embarzo. Estos hallazgos sugieren que las infecciones del segundo trimestre son de gran importancia en la etiología de las esquizofrenias sistemáticas, mientras que su efecto es despreciable en la etiopatogenia de las esquizofrenias no sistemáticas.
Apéndice
Cuestionario de enfermedades infecciosas maternas y complicaciones obstétricas
Complicaciones preparto
¿Recuerda usted alguna dificultad durante el embarazo?
Si la entrevistada responde “no” a la pregunta, preguntar acerca de:
1. antecedentes de abortos espontáneos o muertes perinatales
2. accidentes
3. obesidad
4. diabetes mellitus
5. pre-eclampsia (edema o proteinuria y tensión arterial alta)
6. eclampsia
7. incompatibilidad materno-fetal de grupo sanguíneo; incompatibilidad materno-fetal de factor Rhesus
8. signos de aborto inminente
- sangrado uterino
- trabajo de parto iniciado antes de las 37 semanas
9. ruptura prematura de membranas
10. infarto placentario – defectos placentarios
11. polihidramnios
12. oligohidramnios
13. vacunaciones
14. ¿tomó usted algún medicamento o drogas?
Enfermedades infecciosas maternas
¿Recuerda usted haber sufrido una enfermedad infecciosa durante el embarazo?
1. Si la respuesta es “sí”, por favor trate de responder a las siguientes preguntas:
-¿qué enfermedad padeció?
-¿está segura de que estuvo enferma?
-¿en cuál mes del embarazo empezó la enfermedad?
-¿en cuál trimestre del embarazo empezó la enfermedad?
-¿en cuál mes del embarazo desapareció la enfermedad?
-¿en cuál trimestre del embarazo desapareció la enfermedad?
-¿qué tanto tiempo duró la enfermedad en total (en semanas)?
-¿necesitó tratamiento médico?
-si necesitó tratamiento, ¿necesitó ser internada?
-si “sí” fue internada, ¿en cuál hospital fue internada y cuánto tiempo duró la internación?
-¿fue suficiente el tratamiento ambulatorio?
-¿cuánto tiempo duró el tratamiento ambulatorio?
2. Si la entrevistada responde “no” a la pregunta Nº 1, preguntarle entonces:
Me gustaría preguntarle acerca de algunas enfermedades que pueden presentarse durante el embarazo:
a) ¿tuvo fiebre en algún momento del embarazo?
b) ¿tuvo catarro nasal durante por al menos dos semanas?
c) ¿recuerda haber tenido tos durante por al menos dos semanas?
d) ¿tuvo un resfrío común en ese momento? ¿tuvo fiebre?
e) ¿tuvo una bronquitis, es decir, una inflamación del tracto respiratorio superior? ¿tuvo o no fiebre?
f) ¿tuvo gripe con o sin fiebre durante el embarazo?
g) ¿tuvo una neumonía febril o no febril durante aquel tiempo?
h) ¿estuvo enferma con una sinusitis purulenta o no purulenta?
i) ¿tuvo una otitis media?
j) ¿tuvo una amigdalitis purulenta o no purulenta?
k) ¿tuvo una diarrea o una gastroenteritis durante el embarazo?
l) ¿estuvo enferma con salmonelosis?
m) ¿tuvo una infección urinaria (es decir, cistitis, pielonefritis) durante el embarazo?
n) ¿tuvo una infección piógena localizada de la piel, ojos, oídos o nariz?
o) ¿tuvo una apendicitis o una colelicistitis durante el embarazo?
p) ¿tuvo rubéola durante el embarazo?
q) ¿tuvo sarampión?
r) ¿tuvo paperas durante el embarazo?
s) ¿tuvo varicela?
t) ¿tuvo ictericia durante el embarazo?
u) ¿sabe usted si tuvo una infección por citomegalovirus durante el embarazo?
v) ¿tuvo herpes labial o herpes genital?
w) ¿tuvo osteomielitis?
x) ¿tuvo meningitis durante el embarazo?
y) ¿tuvo sepsis?
z) ¿tuvo una enfermedad venérea, esto es, sífilis o gonorrea?
3. Si la entrevistada respondió “sí” a cualquiera de las preguntas 2a-z, preguntar:
¿está segura de que estuvo enferma?
¿en cuál mes del embarazo empezó la enfermedad?
¿en cuál trimestre del embarazo empezó la enfermedad?
¿en cuál mes del embarazo desapareció la enfermedad?
¿en cuál trimestre del embarazo desapareció la enfermedad?
¿qué tanto tiempo duró la enfermedad en total (en semanas)?
¿necesitó tratamiento médico?
si necesitó tratamiento, ¿necesitó ser internada?
Si “sí” fue internada, ¿en cuál hospital fue internada y cuánto tiempo duró la internación?
¿fue suficiente el tratamiento ambulatorio?
¿cuánto tiempo duró el tratamiento ambulatorio?
4- Aunque la entrevista haya contestado “sí” a cualquiera de las preguntas referidas a las enfermedades infecciosas específicas (preguntas 2a-z) continuar preguntando todas las preguntas adicionales acerca de la ocurrencia de infecciones de acuerdo con el punto 2.
5. ¿hubo una epidemia en sus cercanías?
¿hubo una epidemia de gripe?
¿recuerda otras infecciones?
si las recuerda, ¿en cuál trimestre fue la epidemia?
¿estuvo enferma usted misma?
Complicaciones intraparto
¿Puede recordar alguna dificultad durante el parto?
Si la entrevistada responde “no” a la pregunta, preguntarle:
1. edad gestacional < 37 semanas
2. edad gestacional > 42 semanas
3. peso al nacer < 2500 g < 2000 g
4. ¿cuánto duró el trabajo de parto? trabajo de parto > 24 hs. > 36 hs.
5. pelvis estrecha
6. contracción de la pelvis durante el parto
7. mal posición de la cabeza fetal: ¿presentación deflexionada? ¿corregida?
8. ruptura prematura de membranas > 24 hs
9. hemorragia intraparto
10. alumbramiento manual
11. complicaciones del cordón: procúbito/procidencia circular de cordón
12. líquido amniótico meconial
13. parto inducido ¿razón?
14. Parto artificial ¿razón? ventosa obstétrica (vacuum extractor), forceps, operación cesarea
15. hipodinamia primitiva, hipodinamia secundaria, atonía del postalumbramiento
16. hemorragias postparto
Complicaciones postparto
¿Puede recordar alguna dificultad luego del nacimiento?
Si la entrevistada responde “no”, preguntar, de todas maneras, acerca de:
1. trastornos respiratorios
- asfixia
- cianosis
- reanimación
- necesidad de incubadora ¿duración?
2. paro cardíaco
3. hiperbilirrubinemia (ictericia neonatal) ¿algún tratamiento? ¿duración?
4. SNC: convulsiones, opistótonos, letargia, dificultades para mamar
5. ¿alguna infección poco después del parto?
6. ¿transfusión sanguínea poco después del parto?
7. ¿algún tratamiento o medicación poco después del parto?
8. anomalías físicas mayores al nacimiento ¿paresias?
Referencias
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Notas al pie:
1 Título original: Stöber G. Maternal gestational infections and obstetric complications in chronic schizophrenic psychoses. In: Franzek E, Ungvari GS (eds). Recent advances in leonhardian nosology. I. 1997; pp 89-113. International Wernicke-Kleist-Leonhard Society, Wuerzburg, Germany. Traducción especialmente autorizada para la revista ALCMEON. Traductor: Sergio Gustavo Evrard; médico, especialista en psiquiatría, ex-residente del Hospital Neuropsiquiátrico “Braulio A. Moyano”; Buenos Aires, Argentina.
2 Dr. med. Gerald Stöber, Department of Psychiatry, University of Würzburg, Fuechsleinstrasse 15, 97080 Würzburg, Germany.