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Año XIII, vol 10, N°4, marzo de 2002Reconocimiento de rostros y decodificación de expresiones faciales emocionales en esquizofrénicos crónicos internados. Estudio controlado
Marcela Sacco, Adriana Marasco, Paula Redivo, Roberto C. Rodríguez
Resumen
Estudio controlado sobre la decodificación de emociones -quince pacientes esquizofrénicos crónicos internados vs. quince controles normales- para evaluar la capacidad de los esquizofrénicos crónicos para percibir expresiones faciales emocionales generalmente reconocidas. Los resultados sugieren que los esquizofrénicos crónicos internados muestran deficiencias generalizadas para decodificar las emociones.
Abstract
Decoding controlled trial - fifteen chronic schizophrenics inpatients vs. fifteen normal controls- to evaluate the ability of chronic schizophrenics to perceive generally recognized facial expressions of emotion. The findings suggest that chronic schizophrenics inpatients show an emotional decoding deficit, in general.
Palabras claves
Estudio controlado.
Key words
Facial emotions expression. Schizophrenia. Facial recognition. Controlled Trial.
Introducción
La capacidad para reconocer rostros, expresar emociones y comprender las expresiones emocionales cumple un papel primordial en la regulación de las relaciones interpersonales y en la capacidad de socialización. Dentro de los mecanismos de la expresión de las emociones, el facial fue considerado bisico por Darwin en 1873. Las alteraciones en la afectividad en pacientes esquizofrénicos han sido senaladas desde las primeras descripciones de la enfermedad pero los estudios encaminados a evaluar la capacidad de los esquizofrénicos para expresar (codificar) y comprender (decodificar) la expresión facial de las emociones se iniciaron en la década del 60. El estudio pionero que Spiegel y colaboradores realizaron en 1962 no demostró diferencias entre pacientes y controles normales para decodificar expresiones emocionales faciales, todos los estudios posteriores revelaron que los pacientes esquizofrénicos presentaban fallas tanto en la comprensión como en la expresión facial de las emociones y/o en el reconocimiento de rostros (Cuadro 1). Tales falencias se clasificaron como generalizadas o específicas.
Los términos "generalizada" y "específica" se usaron con significados distintos: generalizada significó: a) deficiencia tanto en el reconocimiento de rostros como en el de expresiones emocionales; o b) deficiencia tanto en el reconocimiento de expresiones negativas (miedo, enojo, tristeza) como en el de expresiones positivas (alegría, felicidad). El término "específica" se utilizó para calificar: a) deficiencias exclusivas en el reconocimiento de rostros o exclusivas en el reconocimiento de expresiones emocionales; o b) deficiencias exclusivas en el reconocimiento de un tipo de emoción (negativa) con capacidad conservada para reconocer el otro tipo de emoción (positiva). Varias investigaciones hallaron deficiencias específicas para el reconocimiento de la expresión facial de los afectos, especialmente los negativos; otras hallaron deficiencias generalizadas. En el estudio de Mandal y col. consta un metanilisis de doce estudios sobre el tema, que muestra que seis de ellos hallaron deficiencias generalizadas y seis deficiencias emocionales específicas.
La comparación entre los diversos hallazgos presenta insalvables dificultades debido a las numerosas diferencias metodológicas y del diseno de los estudios.
En general, todas las investigaciones consistieron en mostrar rostros con diferentes expresiones emocionales para que los participantes los reconocieran y/o compararan. El estímulo fue grifico en unos casos, fotográfico en blanco y negro o en colores y fílmico en otros. Pocos estudios controlaron el tiempo de exposición del estímulo, muchos no se atuvieron a criterios diagnósticos generalmente aceptados (DSM, RCD, CIE, etcétera), no registraron el tipo de esquizofrenia, el tiempo de evolución de la enfermedad ni el de internación o el tipo de tratamiento que recibían los pacientes. Tampoco fue unánime la forma de respuesta: verbal o escrita, libre, espontánea o prefijada, tipo elección múltiple. Relativamente pocos estudios compararon pacientes esquizofrénicos con pacientes internados durante largo tiempo, afectados por otras enfermedades crónicas.
Estudios realizados tanto en personas neurológicamente sanas como en pacientes con daño hemisférico cerebral unilateral, evidenciaron un predominio del hemisferio no dominante para el reconocimiento de estímulos visuales faciales. Los pacientes diestros, con lesión cerebral derecha unilateral, exhiben una notoria incapacidad para evaluar expresiones faciales; pero conservan la capacidad para evaluar las emociones expresadas a través de pautas no faciales (corporales) y no visuales (auditivas). La hipótesis prevaleciente con respecto a la lateralización hemisférica para el reconocimiento de expresiones faciales, sostiene que el hemisferio no dominante es primariamente responsable en el reconocimiento de los aspectos emocionales del estímulo. Sin embargo, ambos hemisferios procesan estímulos relacionados con la emoción: el derecho en diestros, predominaría en la percepción de los afectos negativos y el izquierdo en la percepción de los positivos.
Consecuentemente, varias hipótesis etiológicas sostienen que las fallas que presentan los esquizofrénicos o por lo menos un grupo de ellos, para decodificar expresiones emocionales faciales, se debería a una lesión unilateral hemisférica derecha en los pacientes diestros. Otras hipótesis postulan que la larga deprivación social produciría un aprendizaje deficiente, que sumado a alteraciones proséxicas resultarían en fallas para reconocer y expresar afectos, especialmente los negativos.
Cuadro Nº 1
Estudios de descodificación de la expresión facial de las emociones en pacientes esquizofrénicos vs. controles normales.
Modificado de Mandal y col. Sch. Bull; 24 N°3, 1998.
Objetivo
Comprobar si los pacientes esquizofrénicos padecen deficiencias para identificar rostros e identificar y comparar las expresiones faciales de las emociones.
Material y método
Fueron sujetos de estudio quince pacientes que cumplían los criterios del DSM IV para esquizofrenia residual, internados en un establecimiento psiquiátrico de esta Capital. El grupo estuvo constituido por nueve mujeres y seis varones. El rango de edad fue de 35 a 71 años. El promedio de edad de las mujeres fue de 49,8 años y el de los varones 54,3 años. El promedio general de edad fue de 51,66 años.
Seis pacientes habían completado la escolaridad primaria, ocho la secundaria y uno estudios universitarios. En once casos los primeros síntomas, se presentaron en la adolescencia y/o juventud, en dos de los casos en la edad adulta y en otros dos no habkía sido registrada la edad de comienzo de la enfermedad. El promedio de tiempo de internación en la clínica fue de 7,13 años (rango: 8 meses a 25 años). Todos los pacientes recibían medicación antipsicótica equivalente en promedio a 937,33 mg. de clorpromazina con un rango entre 150 y 2075 mg. Además, cuatro pacientes recibían antirrecurrenciales, dos pacientes recibían hipnóticos, siete pacientes ansiolíticos, cuatro pacientes antihistamínicos, seis pacientes anticolinérgicos y tres pacientes recibían antidepresivos. Trece pacientes realizaban por lo menos una de las siguientes actividades: psicoterapia individual (PI), grupal (PG), terapia ocupacional (TO), musicoterapia (MT), psicomotricidad (PM).
Cuadro N° 2
* En mg. equivalentes de clorpromazina
** Los trece pacientes restantes realizaban al menos una de las siguientes actividades terapéuticas: TI-TG.TO.MT.PM
Fueron excluídos los pacientes agitados o con excitación psicomotriz, con enfermedad cerebral orgánica y con una agudeza visual de lejos inferior a 8/10, con corrección óptica.
Los quince controles (nueve mujeres y seis hombres sin antecedentes psiquiátricos) formaban parte del personal médico, de enfermería y auxiliar de la clínica. El rango de edad fue de 31 a 65 años, el promedio de edad de las mujeres fue de 50,2 años y el de los varones de 43 años. El promedio general de edad fue de 47,33 años. Seis habían completado la escolaridad primaria, dos la secundaria, tres estudios terciarios y cuatro universitarios.
Se proyectaron taquistoscopicamente rostros con diferentes expresiones emocionales: alegría, tristeza, enojo, sorpresa, miedo y neutralidad, sobre una pantalla blanca ubicada a dos mts. de distancia del observador. Previamente se controló la agudeza visual de todos los participantes. La secuencia de la exposición fue aleatoria. Además como test de control de las funciones proséxicas se intercalaron imágenes de números a razón de cuatro números por cada dieciocho pares de diapositivas.
La experiencia se desarrolló en cuatro fases. Antes de cada una de ellas se les explicó a los participantes en que consistiría la tarea. En las fases I y II el objetivo fue identificar rostros. En la fase I se proyectaron sucesivamente y a cada uno de los participantes, dieciocho pares de rostros invertidos, de modelos físicamente parecidas. Cada participante debkía indicar si correspondían o no a la misma persona. En la fase dos se repitió el mismo procedimiento pero las diapositivas se proyectaron con el rostro en posición normal y en diferente orden y combinación que en la fase anterior.
En la fase III el objetivo fue la comparación de emociones. Se proyectaron sucesivamente 33 pares de diapositivas de tres modelos diferentes que expresaban las seis emociones mencionadas antes, apareadas aleatoriamente y cada participante debía responder si correspondían o no a la misma emoción. En la fase IV el objetivo fue identificar emociones. Se proyectaron 18 diapositivas de tres modelos diferentes representando las seis emociones, los participantes debían identificar la emoción representada. En todos los casos se utilizaron planillas de elección múltiple para asentar las respuestas.
Resultados
Se observaron diferencias porcentuales entre sujetos y controles en las cuatro fases en que se dividió el estudio. Sobre un total de 1305 respuestas los sujetos erraron en 363 (27,7%) y los controles en 192 (14,1%). En la fase I (reconocimiento de rostros invertidos), sobre un total de 270 pares de fotos; los sujetos cometieron 76 errores (28,1%) y los controles 36 (13,3%) y en la fase II (reconocimiento de rostros en posición normal), los sujetos cometieron 36 errores (13,3%) y los controles 12 (4,4%). En la fase III (comparación de emociones) sobre 495 pares de fotos, los sujetos erraron en 124 pares (25%) y los controles en 72 (14,5). En la fase IV (identificación de emociones) sobre 270 fotos proyectadas, los sujetos erraron en 127 (47%) y los controles en 72 (26%). Los resultados se exponen en el cuadro N° 3.
Adicionalmente, en la fase IV, los sujetos cometieron más errores que los controles en identificar todas las expresiones emocionales pero las diferencias fueron mayores para identificar expresiones de neutralidad (46,6% vs.20% de los controles) y dos de las tres emociones negativas: tristeza (64,4% vs.31, 1%) y miedo (75,5% vs.48, 8%); las diferencias fueron menores para la restante emoción negativa: enojo (51,1% vs.35, 5%) y las dos positivas: sorpresa (37,3% vs.24, 4%) y alegría (6,6% vs 0%). Los resultados se exponen en el cuadro 4.
Tanto controles como sujetos no cometieron error alguno en la prueba de identificar números intercalados entre las fotos de las modelos.
Cuadro N° 3
Respuestas incorrectas en las cuatro frases
Cuadro N° 4
Respuestas incorrectas por emoción
Comentario
Consideramos la presente investigación como un estudio preliminar basado en aspectos fundamentales de investigaciones precedentes, especialmente el estudio de Feinberg y col. Para su implementación no nos fue posible obtener el material estandarizado utilizado en algunos de los estudios sobre el tema, tales como los tests desarrollados por Ekman e Izard. Dado la dificultad que las pruebas generaban en los participantes, no se controló el tiempo de exposición del estímulo ni el intervalo entre exposiciones.
Debido a que dispusimos de un numero reducido de pacientes, no se efectuó el anilisis estadístico de los resultados; por ello, se requerirían estudios sobre una muestra poblacional mayor.
Los resultados obtenidos en la Fase IV del presente estudio demuestran que hubo una mayor diferencia entre sujetos y controles para reconocer las expresiones faciales de miedo, tristeza y neutralidad, y una diferencia menor en el reconocimiento de las expresiones de enojo, alegría y sorpresa. Aparentemente los pacientes proyectaban sus estados de ánimo en mayor medida en los rostros que expresaban neutralidad. Algunos de los pacientes fragmentaron su percepción y dieron respuestas ambiguas o contradictorias: "los ojos están tristes pero la boca esta contenta". Llamativamente el paciente que había estado durante mas tiempo internado (25 años), tuvo un desempeno superior en las cuatro fases, comparado con todo el resto de los pacientes.
Conclusión
Se comprobaron diferencias porcentuales entre sujetos y controles en las cuatro fases del estudio. La deficiencia de los pacientes esquizofrénicos fue generalizada, es decir, tanto para el reconocimiento de rostros como para el reconocimiento y comparación de expresiones emocionales faciales. Los pacientes no cometieron error alguno en la identificación de números proyectados como control de la función proséxica.
Agradecimientos
A la Sra. Supervisora de Enfermería Amelia Negrete; a la Srta. Laura Sterlino, a la Srta. Adriana Herrera Lafaille y al Laboratorio Jansen-Cilag.
Bibliografía
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