ALCMEONRevista Argentina de Clínica NeuropsiquiátricaISSN 0327-3954 / ISSN 1514-9862 (Internet) www.alcmeon.com.ar
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Alcmeon número 52 | Año XVI, vol. 13, Nº 4, marzo de 2007 |
Determinación de salud autopercibida en un Servicio Hospitalario de Emergencias
Nuñez Irene Y, Almeida Sergio, Czernik Gabriela E, Almirón Lila M.
Alcmeon, Revista Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica, Año 16, Vol. 13, Nº4, Marzo de 2007, págs.
Resumen
El objetivo ha sido evaluar la salud autopercibida en un Servicio Hospitalario de Emergencias y su asociación con variables demográficas. Se aplicó el Cuestionario de Salud General de Goldberg al personal del Servicio. Se utilizó la prueba de X
2, considerándose valores de significación (p<0,05). La prevalencia de indicadores negativos de salud obtenida para médicos, enfermeros y técnicos fue de 21,74%, 26,09% y 4,34% respectivamente. Las variables edad, sexo, estado civil, profesión, no resultaron significativos.Las frecuencias obtenidas con el GHQ-60 positivo de los profesionales de salud del Servicio de Emergencias evaluado se ubican dentro del rango expuesto en la bibliografía consultada.
Palabras Clave
Salud autopercibida. Cuestionario de Salud de Goldberg. Uso de substancias. Trastornos del sueño.
Summary
The aim was to evaluate the self-perceived health in a Hospital Emergency Service and the relation with demographical variables. The Goldberg´s General Health Questionnaire was applied to the staff of the Service. The X
2Test was used, considering meaning values (p<0,05). The obtained prevalence of negatives indicators of health of physicians, nurses and technicians was of 21,74%, 26,09% y 4,34% respectively. The variables Age, Sex, Civil Status and Profession didn´t result in meaning values.
The results obtained with positive GHQ-60 of the health´s professionals are located into the data provided by the references.
Key Words
Self-perceived health. Goldberg´s Health Questionnaire. Substances use. Sleeping disorders.
Introducción
La salud del personal sanitario es un factor indispensable para mantener el equilibrio en sus actividades laborales, condición a través de la cual las acciones, actitudes, comportamientos y obligaciones pueden desarrollarse sin tensiones que debiliten o interfieran la atención específica de los pacientes.
La figura de los profesionales de la salud ha representado un patrón de imitación de conductas y estilos de vida, relacionadas con la salud en la comunidad donde desenvuelven sus actividades. Pero los profesionales de la salud tienen conocimientos acerca del fenómeno salud-enfermedad, de los riesgos y problemas que acarrea determinada forma de vivir. Sin embargo, por tener los conocimientos aproximados o acertados acerca de la enfermedad y la muerte tienen la posibilidad de manejarse con cierta dosis de invulnerabilidad. Esta sobrevaloración de tales conocimientos, en adición a la falta de formación para afrontar las tensiones del trabajo con pacientes, conduce a una actitud de desdén sobretodo en lo que se refiere a las diferentes acciones realizadas para el autocuidado de la salud
(3).Existe evidencia que esta condición no suele cumplirse, siendo innegables las consecuencias del estrés relacionado con el trabajo que generalmente aparece como resultado del desequilibrio mantenido entre las demandas que el ejercicio profesional exige y las capacidades de afrontamiento del trabajador
(11). La exposición a elementos estresantes del trabajo determina, según como sean vividos, afrontados y resueltos, la respuesta individual que puede manifestarse mediante síntomas psicológicos, físicos y conductuales. Estas consecuencias indican que los profesionales de la salud están especialmente expuestos a sufrir ansiedad, depresión,(5,9), y otros trastornos que se necesitan conocer y prevenir.Los trabajadores de la salud se percatan de que el contexto institucional en el que se desenvuelven les determina de forma importante varios aspectos de su vida cotidiana tales como la alimentación, el sueño/descanso y el esparcimiento. Otra cuestión importante está dada por la remuneración, lo que genera que un profesional de la salud deba trabajar simultáneamente en diferentes instituciones
(3) en diferentes horarios.Estudios realizados en médicos de guardia y profesionales de la seguridad ciudadana que realizan su trabajo en horarios irregulares o en turnos excesivamente largos y con pocos días de recuperación han hallado que estos producen complicaciones relacionadas con la fatiga y cansancio acumulado, que a largo plazo repercuten en un peor rendimiento general, mayor somnolencia y un aumento en la accidentalidad laboral
(1,4).Motivados por esta problemática exploraremos a través de la aplicación del Cuestionario de salud general de Goldberg el estado general de salud mental o bienestar del personal de salud de un servicio de emergencia médica.
El objetivo del presente trabajo es evaluar la salud autopercibida en un Servicio Hospitalario de Emergencias y su asociación con variables sociodemográficas.
Material y métodos
Diseño: Se realizó un estudio de tipo exploratorio, retrospectivo descriptivo transversal.
Participantes: La población de estudio consistió en el personal sanitario que realizaba guardias activas en un Servicio Hospitalario de Emergencias de derivación provincial de la ciudad de Corrientes, Argentina. Por cuestiones relacionadas a la privacidad e intimidad de los datos, así como a la individuación y señalamiento contrarios a los intereses de la salud mental, se omite la mención del nombre de la institución.
Procedimiento y obtención de datos: El estudio se realizó mediante un cuestionario anónimo autoadministrado, distribuido en el lugar de trabajo. Con anterioridad se estableció la fecha, el horario y lugar más oportuno para la administración. Se consideró como horarios más idóneos los cambios de guardias del personal sanitario. Antes de cumplimentar el cuestionario se dio a conocer la explicación de los objetivos del trabajo, se aclararon posibles dudas y se puso énfasis en la garantía del anonimato y la confiabilidad de los datos.
El cuestionario constaba de un Cuestionario de elaboración propia y preguntas del Cuestionario de Salud General de Goldberg.
El Cuestionario de elaboración propia contenía datos referentes a edad, sexo (femenino/masculino), estado civil (casado, soltero, separado, unión de hecho, viudo), profesión, turno durante la semana (mañana, tarde, noche), tipo de institución de trabajo (público, privado), satisfacción de la remuneración, consumo de sustancias (alcohol, tabaco, medicación) y prácticas de esparcimiento.
El Cuestionario de Salud General de Goldberg (GHQ-60) de Goldberg y Hillier traducida al español y validada por Antonio Lobo y Pedro E Muñoz
(8) evalúa la salud autopercibida o sea la evaluación que hace la persona de su estado de bienestar general. Este cuestionario consta de 60 preguntas (GHQ-60) que indaga si el individuo ha experimentado recientemente un síntoma o una conducta particular, en una escala de 4 alternativas cada una que va desde "menos que lo habitual" a "mucho más que lo habitual" con 4 opciones cada una.Se utilizó el método de "Puntuación GHQ" para cada ítem, que evalúa las respuestas de forma bimodal, dos de las cuales tienen un puntaje igual a cero, y las dos restantes un punto cada una (0,0,1,1). De este modo tiene la ventaja de eliminar cualquier error, ya que los que tienden a puntuar en los extremos y los que tienden a puntuar en los términos medios puntuarán lo mismo independientemente de si tienden a preferir las columnas 1 y 4, o las columnas 2 y 3 para indicar que sufren o no el ítem en cuestión.
El puntaje total se obtiene por sumatoria de las calificaciones en cada uno de los ítems oscilando de 0 a 60. El punto de corte se sitúa en 11/12; puntuaciones >12 indican "GHQ-60 positivo" (con riesgo para patología emocional), mientras que puntuaciones <11 sugieren "GHQ-60 negativo" (sin riesgo para patología emocional).
Además, se utilizaron seis escalas del GHQ-60 de cinco preguntas cada una que evalúan Enfermedad General, Síntomas somáticos, Trastornos del sueño, Disfunción social, Ansiedad y Disforia y Depresión Grave. La puntuación total de las escalas oscila de 0 a 5 puntos.
Criterios de inclusión y exclusión: Se incluyó personal sanitario que cumplía guardias activas en el Servicio Hospitalario de Emergencia en el período comprendido entre Abril y Mayo de 2006, y se excluyeron los cuestionarios incompletos.
Procesamiento y Análisis Estadístico: La información obtenida se incorporó en una base de datos en programa Excel, que posteriormente se analizó mediante el programa informático de análisis estadístico SPSS 13.0 para Windows®.
Las variables cualitativas se evaluaron con test de chi cuadrado y exacto de Fisher, las variables cuantitativas se analizaron mediante test de la t.
Se consideraron estadísticamente significativos aquellos resultados con p <0.05.
Resultados
Del total de personal sanitario (33) que realizan guardias activas en el servicio de emergencias, contestaron el cuestionario 23 profesionales (69.70 %) y concluyeron la entrevista. Los 10 (30.30%) restantes no cumplieron los criterios de inclusión ni de exclusión. Estos últimos se negaron a participar en el estudio directa (siendo su respuesta mayoritaria "por falta de tiempo") o indirectamente (llevaban a su hogar para completarlo, pero siempre olvidaban traerlo de nuevo).
La población en estudio en su mayoría estuvo integrada por profesionales del sexo femenino, 60,9% (14). El promedio de edad para la muestra total fue de 38,35+ 7,82 años, los hombres tuvieron un promedio de edad significativamente mayor que las mujeres (39,11 + 10,41 años frente 37,86 + 6,01 años; t=22,98; gl=22; p<0,0001).
La prevalencia detectada en el personal sanitario con GHQ-60 positivo, es decir, con un punto de corte = 12, se muestra en el Gráfico 1. La puntuación media global del GHQ-60 fue de 13,52 ± 13,30 con un intervalo entre 0 y 43 teniendo en cuenta la población total del personal sanitario.
En la Tabla 1 se presentan las variables sexo, estado civil, profesión, turnos durante la semana y tipo de institución de trabajo discriminados entre GHQ-60 positivos y negativos. En general, la distribución de las variables fue homogénea entre GHQ-60 positivos y GHQ-60 negativos. Presentaron un leve predominio de GHQ-60 positivo los profesionales de sexo masculino, casados, separados, médicos, el personal de salud que trabajaba los tres turnos de forma continua (mañana, tarde y noche, o guardias de 24 horas) y los que trabajaban en la institución pública y privada. El 91,30% (21) del personal sanitario piensa que su trabajo no es bien remunerado. Por este motivo el 52,17% (12) refiere que desempeña otro trabajo fuera del Servicio de Emergencias.
En cuanto al consumo de sustancias, el 21,74% (5) consume cigarrillos de tabaco. La frecuencia de consumo de bebidas alcohólicas se distribuyó de la siguiente manera: nunca, 43,48% (10); una o menos veces al mes, 30,43% (7); dos o cuatro veces al mes, 17,39% (4); dos o tres veces por semana, 8,70% (2); cuatro o más veces por semana, 0% (0). El 13,04% (3) afirma consumir medicación, y esta fue prescripta por un médico en la consulta. (1 atenolol y acido acetil salicílico, 1 betabloqueante, 1 complemento vitamínico).
En la Tabla 2 se muestra la frecuencia, media, desvío estándar de las escalas del GHQ en relación al consumo de tabaco, alcohol y medicación.
El 78.26% (18) realiza prácticas de esparcimiento, y las respuestas a las preguntas de tipo abierta relacionadas se distribuyen en: deportes 7 (fútbol, paddle, pesca, caminar), yoga (1), estar con la hija (1), visitar amistades (1), tejer y bordar (4), manualidades, lectura y paseos (4).
Tabla 1. Características demográficas en el personal sanitario de un Servicio Hospitalario de Emergencias de la ciudad de Corrientes, Abril y Mayo de 2006.
GHQ-60 Positivo
GHQ-60 Negativo
Análisis de la prueba del Chi cuadrado
Variables
n
%
n
%
X2
gl
P
Sexo
2,10
1
0,15
Femenino
5
21,74
9
39,13
Masculino
6
26,09
3
13,04
Estado civil
2,55
4
0,635
Casado
6
26,09
5
21,74
Soltero
3
13,04
5
21,74
Unión de hecho
0
0
1
4,35
Separado
1
4,35
-
-
Viudo
1
4,35
1
4,35
Profesión
0,48
2
0,778
Médico
6
26,09
5
21,74
Enfermero
4
17,39
6
26,08
Técnicos
1
4,35
1
4,35
Horas de trabajo en la semana
1,65
2
0,437
8 horas Mañana (desde las 06 horas)
2
8,70
5
21,74
8 horas Tarde (desde las 14 horas)
2
8,70
1
4,35
Mañana-tarde- noche (24 horas continuas)
7
30,43
6
26,09
Tipo de Institución de trabajo
1,11
1
0,292
Público
4
17,39
7
30,43
Público-privado
7
30,43
5
21,74
En cuanto al consumo de sustancias, el 21,74% (5) consume cigarrillos de tabaco. La frecuencia de consumo de bebidas alcohólicas se distribuyó de la siguiente manera: nunca, 43,48% (10); una o menos veces al mes, 30,43% (7); dos o cuatro veces al mes, 17,39% (4); dos o tres veces por semana, 8,70% (2); cuatro o más veces por semana, 0% (0). El 13,04% (3) afirma consumir medicación, y esta fue prescripta por un médico en la consulta. (1 atenolol y acido acetil salicílico, 1 betabloqueante, 1 complemento vitamínico).
En la Tabla 2 se muestra la frecuencia, media, desvío estándar de las escalas del GHQ en relación al consumo de tabaco, alcohol y medicación.
El 78.26% (18) realiza prácticas de esparcimiento, y las respuestas a las preguntas de tipo abierta relacionadas se distribuyen en: deportes 7 (fútbol, paddle, pesca, caminar), yoga (1), estar con la hija (1), visitar amistades (1), tejer y bordar (4), manualidades, lectura y paseos (4)
Tabla 2. Características del consumo de substancias en el personal sanitario de un Servicio Hospitalario de Emergencias de la ciudad de Corrientes, Abril y Mayo de 2006.
Consumo de substancias
Tabaco
Alcohol
Medicación
Escalas del GHQ-60
n
%
Media
DE
%
%
%
Enfermedad general
13
56,52
2,09
2,19
***21,74
34,78
*13,04
Síntomas somáticos
7
30,43
0,52
0,95
13,04
17,39
-
Trastorno del sueño
17
73,91
1,70
1,66
***21,74
52,17
13,04
Disfunción social
12
52,17
1,04
1,19
17,39
34,78
*13,04
Ansiedad y disforia
10
43,48
1,00
1,41
17,39
30,43
13,04
Depresión grave
4
17,39
0,39
1,03
8,70
13,04
-
Test de la t *p<0,05. ***p<0,001
DISCUSIÓN
Según la bibliografía consultada se han estudiado dos tipos de efectos del sesgo de las tasas de no respuestas. Los debidos a que quien contesta el cuestionario se pone a la defensiva y los debidos a que la gente enferma es menos probable que responda. Se encontraron que los sesgos para los primeros daban como resultado que la sensibilidad se sobrestimaba en aproximadamente un 6%, pero que la especificidad resultaba poco afectada por cualquiera de los dos tipos de sesgo; en cambio para los segundos, la prevalencia se estimaba un 5% más baja que la verdadera prevalencia. (8)
En nuestro estudio no se pudieron obtener datos concretos con respecto a las tasas de no respuestas. Como dato de interés y a partir de información verbal, luego de la recogida de los datos dos de las personas que no completaron el cuestionario intentaron suicidarse.
Considerando a la media de la puntuación global del GHQ-60 (13,52) en nuestra investigación es similar a la obtenida en la población general. (6)
Las prevalencias de riesgo para patología emocional, (o GHQ-60 positivos) obtenidas en el Servicio de Emergencias para los médicos, enfermeros y técnicos fueron del 26,09%, 17,39% y el 4,35% respectivamente. En médicos de atención primaria en España se obtuvo el 36,7%, (10) y en Profesionales de enfermería que trabajan en un servicio de urgencias de un hospital de referencia también en España las cifras fueron del 18,2%. (11) y el hallado en profesionales de la seguridad ciudadana del 18% (4).
Los estudios realizados en muestras de la población general con el GHQ presentan casi siempre tasas más altas en mujeres. Sin embargo hay razones para dudar de que estas diferencias sean de origen biológico, ya que cuando se toman muestras de mujeres y hombres en circunstancias sociales comparables tales diferencias pueden desaparecer.(8) En nuestra muestra predominantemente femenina, el sexo masculino presento un leve aumento de GHQ-60 positivo.
Según Lobo y Muñoz la edad no ejercería un fuerte efecto en las puntuaciones GHQ, pero en varios estudios analizados por los autores se muestra una tendencia significativa a que las puntuaciones de las mujeres declinen con la edad, al menos hasta los 65 años. Las puntuaciones de los varones no muestran efectos de la edad o presentan tendencia a aumentar hasta la mediana edad, y a continuación descienden hasta la edad de 65 años.(8) En nuestro trabajo, el intervalo de edad que presenta una mayor proporción de puntuaciones del GHQ-60 en las mujeres se sitúa entre los 25 y 44 años. Las puntuaciones de los varones presentan un pico máximo a los 34 años, luego declinan y ascienden de los 48 a los 56 años.
Las nuevas formas de vida en sociedad que ha adoptado el ser humano conllevan un necesario cambio en la conceptualización de la familia. Esta complejidad y variación hacen de la condición sexuada de la persona, la pareja, la familia, realidades y conceptos no unívocos. En el nordeste argentino y todo el altiplano, existe la experiencia de pareja de prueba, donde el hombre y la mujer conviven durante 1 ó 2 años; y según hayan sentido la experiencia, deciden casarse o volver con sus respectivas familias. En la ciudad de Buenos Aires descendió un 26% la tasa de nupcialidad y las uniones sin papeles aumentaron a más del doble. Estos tipos de convivencia están constituidas por dos tipos de uniones: la de los que la toman como un período de prueba previo al matrimonio y la de las parejas que ya han pasado por una unión legal anterior y constituyen una nueva relación sin plantearse el casamiento (2). También debemos considerar a los matrimonios en crisis, que mantienen su estado civil, por conveniencia económica, por temor a perder el estatus, por los hijos, o simplemente por ser juzgados por la sociedad.
Para las relaciones personales, es decir la variable estado civil, algunos estudios con GHQ muestran una tasa incrementada para las personas divorciadas y separadas, y tasas bastante bajas en personas con una muy buena relación con la pareja.(8) En este estudio, los casados y separados presentaron un leve aumento de GHQ-60 positivo. Comparando los datos con la bibliografía consultada se observa que la categorización de la variable estado civil es ampliamente utilizada no solo para GHQ sino para cualquier patología mental; y por otro lado las referencias a los nuevos cambios de vida en la sociedad expuestos anteriormente. Por esta razón, consideramos conveniente para futuras investigaciones indagar, aparte de estado civil, si la persona se encuentra en pareja y como es su vínculo con la misma.
Con respecto a las escalas expuestas, se considera que los problemas relacionados con el sueño son especialmente importantes en aquellas profesiones cuya responsabilidad es prestar un servicio a otras personas.(4) Entre los profesionales del Servicio de Emergencias evaluados que presentaron trastornos del sueño en la escala del GHQ-60, el 30,43% (7) corresponde a los médicos (2 GHQ-60 positivo frente 5 GHQ-60 negativo; X2=5,24;gl=1;p=0,02), el 13,04% (3) a los enfermeros (3 GHQ-60 positivo frente 6 GHQ-60 negativo; X2=1,67;gl=1;p=0,20) y el 4,35% (1) a los técnicos.
Con respecto a los sexos se obtuvo respuestas de trastornos del sueño en las mujeres en el 52,17% (12) (3 GHQ-60 positivo frente 9 GHQ-60 negativo; X2=4,20,gl=1;P=0,04) y el 21,74% (5) de los hombres (2 GHQ-60 positivo frente 3 GHQ-60 negativo; X2=3,60,gl=1;P=0,05)
En el trabajo por turnos el sueño suele verse alterado, tanto en la cantidad de horas como en la calidad del sueño. En nuestro estudio hemos encontrado que los que trabajan en los turnos mañana, tarde y noche en forma continua (guardia activa de 24 horas) muestran una frecuencia significativamente superior de trastornos del sueño con el 34,78% (6) (GHQ-60 positivo: 2 frente GHQ-60 negativo: 6; p=0,021; prueba exacta de Fischer)
Se ha observado en médicos de guardia que perjudica de la misma manera el permanecer despierto durante un período de tiempo (realizar una guardia) como una restricción del sueño parcial crónica (dormir menos de 6 horas por noche durante al menos una semana). De esta manera se ve facilitado el deterioro del procesamiento verbal y la capacidad para solucionar problemas complejos (1). La privación del sueño en médicos y enfermeros de guardia recae consecuentemente en la evaluación que se realiza a los pacientes.
En relación al Consumo de sustancias estimulantes, se acepta que en la actualidad en el mundo se mueren aproximadamente 4 millones de personas por año por patologías relacionadas con el consumo de tabaco. Si se mantiene la tendencia ascendente, se alcanzaría a los 10 millones de fallecidos anualmente para la década de 2030. En la Argentina el 40% de los adultos fuman (12). En una encuesta realizada a médicos de 18 instituciones del área metropolitana de Buenos Aires se obtuvo una prevalencia de fumadores del 28,6% (12); y en médicos y enfermeras del Hospital Materno Infantil Inguarán se observó un frecuencia de tabaquismo del 25,2% y el 20%, respectivamente (7). En nuestro estudio encontramos que el 18,18% de los médicos y el 25% de los enfermeros fuman. Además, estos consumidores de tabaco tuvieron significativamente mayor puntuación media en trastornos del sueño (media=3,80; DE=1,79) y enfermedad general (media=4,80; DE=0,44) del GHQ-60 positivo (t=-4,09;gl=21;p=0,001 y t=-4,27;gl=21;p=0,0001; respectivamente).
Todos los estudios muestran asociación positiva entre mala salud corporal y puntuación en el GHQ (8). Los profesionales que tomaban medicación prescripta por un médico tuvieron significativamente mayor puntuación media global del GHQ-60 (media=18,00; DE=5,29), en comparación de quienes no tomaban medicación (media=12,85; DE=14,08). (t=-4,844;gl=22;P<0,0001).
Del personal sanitario que realiza practicas de esparcimiento, el 47,8% (11) paradójicamente presentó GHQ-60 positivo y el 30,4% (7) GHQ-60 negativo. La diferencia en la distribución fue significativa (X2=5,85; gl=1; p=0,016)
CONCLUSIONES
Las frecuencias obtenidas con el GHQ-60 positivo de los profesionales de salud del Servicio de Emergencias evaluado se ubican dentro del rango expuesto en la bibliografía consultada.
Coincidimos con otros estudios en que la edad no ejercería un fuerte efecto en las puntuaciones GHQ. A diferencia de otras investigaciones, en una muestra predominantemente femenina se obtuvo un leve aumento de GHQ-60 positivo en los hombres. Tanto casados como solteros puntuaron para GHG-60 positivo, por lo cual para futuras investigaciones se indagará sobre la relación con la pareja.
El 43,48% de los profesionales presentaron problemas relacionados con el sueño. Se observaron tasas aumentadas los médicos, las mujeres y los que realizan los tres turnos en forma continua (mañana, tarde y noche)
El turno en el que se ha encontrado una mayor problemática en los profesionales de este Servicio de Emergencias, es aquel que realiza los tres turnos continuados (guardia activa de 24 horas), sería recomendable considerar la posibilidad de organización de horarios de trabajo teniendo en cuenta las necesidades particulares de cada grupo de los trabajadores.
Más de la mitad de los profesionales desempeña otro trabajo (ámbito privado) fuera del Servicio evaluado, debido a que consideran que el trabajo que desempeñan no está bien renumerado.
En cuanto a las actividades de dispersión, llama la atención que la realizan en mayor proporción los profesionales que puntuaron para GHQ-60 positivo. Posiblemente esto sea un factor de protección que podría actuar como válvula de escape frente a las tensiones acumuladas.
Este Servicio de Emergencias se caracteriza en estos tiempos por reestructuraciones constantes con cambios del personal interviniente. Quizás, no alcanzan a disponer del tiempo suficiente para establecer lazos de compañerismo que ayuden en la contención y acompañamiento. Estos equipos médicos trabajan de 12 a 24 horas continuas por semana y el resto del tiempo se desempeña en otros Servicios Hospitalarios o en otras instituciones públicas.
Se ha trabajado desde un enfoque epidemiológico en el que el objetivo es dar cuenta de los síntomas antes que clasificar a las personas como sanas o enfermas. Consideramos la posibilidad de que estos indicadores negativos de salud mental sean parte de una respuesta adaptativa individual ante las presiones del medio cuando otras estrategias de afrontamiento personales no se encuentran disponibles o no son de utilidad suficiente. Posiblemente esto se deba a que la actividad del personal médico del Servicio de Emergencias ante la situación crítica de los pacientes asuma mucha responsabilidad y genere fuertes tensiones emocionales con los riesgos psíquicos consecuentes.
Los profesionales de la salud adquieren a través de su formación y de su práctica profesional un enfoque principalmente orientado hacia cuestiones curativas, promoción y prevención de la salud de sus semejantes; olvidando que son tan vulnerables como sus propios pacientes. Así mismo es lógico plantearse qué intervenciones harían falta para reducir las vulnerabilidades circulantes.
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