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ALCMEON 5
Estrés
(tercera parte)Dr. Oscar Eduardo Slipak
Summary
The importance of the vulnerability concept and the psychological profile are discussed for the determination of the conduct patterns and their relation to autonomic and neuroendocrine activation.
Activated areas of the brain and the importance of noradrenergic and serotonergic neurotransmisors are mentioned in anxiety disorders and their relations to stress.
Key Words: Stress.
Autonomic and neuroendocrine ways.
Anxiety disorders.
ALCMEON 1: 39- 47, 1992
Hemos definido ya el concepto de estrés, distrés, estrés atribucional, cognición, vías autonómicas y neuroendócrinas, los factores multicausales y el concepto de vulnerabilidad para llegar al esquema de las enfermedades de adaptación.
También mencionamos que determinados perfiles de personalidad que tienden a reaccionar con el predominio de la vía autonómica o neuroendócrina, tienen estadísticamente mayor probabilidad de determinadas enfermedades de adaptación.
Es decir, el estrés, o los factores causantes de estrés serán iguales para todos los individuos, pero la vía elegida, (autonómica o neuroendócrina) y la forma de reaccionar ante el mismo dependerán de su grado de vulnerabilidad y de su perfil psicológico.
Recordemos entonces que la vulnerabilidad de un sujeto para llegar al distrés por el fracaso de sus mecanismos adaptativos está determinado por los factores condicionantes, la herencia, antecedentes de enfermedades anteriores, salud física y mental, la alimentación, el contexto profesional y social, como así también las adicciones.
Destacamos también el concepto de vulnerabilidad no solamente para el distrés sino como elemento clave para otras patologías donde serán de gran importancia la herencia, la función cerebral, la bioquímica cerebral, las pautas conductales y los acontecimientos vitales; que serán modelos de investigación para muchas enfermedades o cuadros psiquiátricos.
Con respecto al perfil psicológico hemos mencionado que los individuos con Patrón de Conducta Tipo A tienden a reaccionar con la vía autonómica, es decir por la activación del sistema Simpático Adrenal y aquellos que reaccionan con la vía neuroendócrina corresponden a los sujetos con Patrón de Conducta Tipo C.
Pero aquí debemos plantearnos a qué llamamos un Patrón de Conducta.
El concepto es el resultado de la observación de determinadas características psicológicas y conductales en pacientes
con Cardiopatía Isquémica (A) y en Neoplasias (C).
Estas observaciones llevaron a Prise (1982) a definirlo como las predisposiciones de determinados sujetos en cuanto a sus actitudes y el modo de afrontar situaciones condicionados por la escala de valores en uso en una sociedad determinada. Así el Patrón de Conducta de un sujeto reúne rasgos de personalidad, actitudes, creencias, conducta manifiesta y una determinada activación psicofisiológica.
Los Patrones de Conducta detectados, A, B, y C presentan en general características definidas que muchas veces permiten predecir algunos aspectos de su conducta como así también estadísticamente su riesgo patógeno.
Esto no implica qué características del A o el tipo C, por ejemplo, no aparezcan en otro Patrón de Conducta o su riesgo patógeno no coincida estadísticamente.
Los sujetos a los que se los denomina A, corresponden a perfiles psicológicos donde predomina una respuesta excesiva. Predomina la hiperactividad, irritabilidad, son ambiciosos, agresivos, hostiles, impulsivos, impacientes crónicos, tensos y competitivos, ya sea con su medio ambiente y con ellos mismos y sus relaciones interpersonales son problemáticas y con tendencia a la dominancia.
Podemos mencionar entonces que los sujetos con Patrón de Conducta Tipo A con respuesta autonómica al estrés poseen mayor predisposición a padecer patologías cardiovasculares.
A su vez éstos tienen con frecuencia elevado el colesterol LDL u disminuído el colesterol HDL y acumulan asimismo otros factores de riesgo, obesidad, nicotinismo e hipertensión.
Es importante recordar en este punto que estos individuos reaccionan de esta manera cuando se encuentran activada la corteza temporal y la Amígdala cerebral y desde el punto de vista bioquímico hay predominio de las vías noradrenérgica y simpático adrenérgica, generando las conductas Huída-Lucha con estados emocionales displacenteros y responden al modelo del Sistema Activador de la Acción (Laborit). El Patrón de Conducta Tipo C se presenta en sujetos introvertidos, obsesivos, que interiorizan su respuesta al estrés, pasivos, resignados y apacibles, extremadamente cooperadores, sumisos y conformistas, siempre controlando las expresiones de hostilidad y deseosos de aprobación social.
Por otra parte los individuos con Patrón de Conducta Tipo C tienen estadísticamente mayor predisposición a Reumas, Infecciones, Alergias, afecciones Dermatológicas variadas e incluso el cáncer, este último asociado a la inhibición inmunitaria de la que padecen en general estos sujetos.
Desde el punto de vista anatómico se encuentra activada la corteza órbitofrontal y la zona septo-hipocámpica.
Las vías bioquímicas alteradas son la serotoninérgica y corticosuprarrenal (corticoesteroides) y el estado emocional predominante es displacentero, con miedo, ansiedad y depresión.
Recordemos aquí con respecto a la Depresión los cambios que se producen en el turnover de serotonina que forman parte de la reacción general de estrés como así también la excesiva liberación de ACTH y cortisol y los cambios en el test de la Dexametasona.
Los sujetos del tipo C responden con inhibición inmunitaria y conductal ante el estrés de acuerdo al modelo del Sistema Inhibidor de la Acción (H. Laborit) también llamado periventricular o de castigo.
Los sujetos con Patrón de Conducta Tipo B son en general tranquilos, confiados, relajados, abiertos a las emociones, incluídas las hostiles. El B corresponde al Sistema Activador de la Acción (sistema de recompensa) y son la corteza frontal y el Hipotálamo ventro medial las zonas activadas.
Desde el punto de vista bioquímico hay predominio de vías noradrenérgica y simpático adrenérgica - médulo suprarrenal. Predomina la activación inmunitaria y el estado emocional es agradable por reducción de la activación o por activación placentera.
Es evidente la participación de los mecanismos adaptativos del estrés y su fracaso, como elementos provocadores y desencadenantes de procesos neuróticos y depresivos.
Si recordamos los síntomas somáticos de la angustia veremos la importancia de los sistemas o vías de activación autonómica y neuroendócrina en la generación de los mismo (ver cuadro 1). En el plano bioquímico y endócrino la angustia se acompaña de elevados niveles de cortisol proveniente de la corteza suprarrenal; de adrenalina sintetizada en la médula suprarrenal y también de noradrenalina que se produce principalmente en las terminaciones nerviosas o sinapsis de los nervios alfa-adrenérgicos.
Por otra parte y si recordamos la clasificación de los trastornos de angustia según el DSM III R (ver cuadro 2) podremos tomar conciencia de la importancia de los mecanismos adaptativos del estrés y su fracaso para el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de Angustia y de la Depresión.
No podemos dejar de mencionar por otra parte al referirnos a los trastornos de angustia, al papel predominante de la neurotransmisión Noradrenérgica y Serotoninérgica.
La neurotransmisión se define como la serie de fenómenos dinámicos concatenados que sirven para comunicar las neuronas entre sí y con los órganos efectores mediante procesos metabólicos, eléctricos y energéticos. Se utilizan mediadores químicos que se sintetizan y almacenan en las neuronas.
Una vez estimulada la neurona, se activa la liberación del neurotransmisor para que se incorpore a la hendidura sináptica y permita la estimulación de la célula postsináptica.
Luego el mediador químico es degradado en el espacio intersináptico por la catecol-O-metil transferasa (COMT) extracelular, por la monoaminooxidasa (MAO) intracelular y por la recaptación en gran parte al cuerpo neuronal para repetir el ciclo.
Es indudable en la génesis y neurobiología de la angustia y el miedo la actividad del sistema noradrenérgico.
El mediador químico en esta neurotransmisión es la noradrenalina y el núcleo principal, ya que posee el 70% de la noradrenalina cerebral, es el Locus Coeruieus ubicado en el piso del cuarto ventrículo como así también la Amígdala cerebral y el Hipocampo. Este centro recibe información del sistema reticular y de los núcleos sensoriales y se conecta con la corteza cerebral, el sistema límbico, el tronco cerebral y el cerebelo, se constituye en el centro responsable del control de las reacciones de alarma que implican alteraciones del sistema nervioso vegetativo y respuestas emocionales (Aguso). Aquí es importante mencionar entre los trastornos de angustia el Ataque de Pánico con los síntomas que lo acompañan y su criterio diagnóstico según DSM III R.
(Ver cuadro 3).
La respuesta excesiva en la descarga de Noradrenalina ante el peligro (estrés real o atribucional) por estimulación del Locus Coeruieus sería la génesis de los Ataques de Pánico.
En cuanto a la Neurotransmisión Serotoninérgica digamos que se ha demostrado una disminución de la concentración plasmática de Serotonina en las personas que sufren Agarofobia con ataques de Angustia por aumento de la recaptación a nivel del sistema nervioso central.
Las neuronas que contienen serotonina se encuentran ubicadas en los núcleos del rafe a lo largo del tronco cerebral y ejercerían una influencia inhibitoria sobre la actividad neuronal en el Locus coeruieus, la Amígdala y el Hipocampo, de tal manera que la facilitación de la neurotransmisión serotonínica antagoniza la producción de angustia.
Es muy difícil reflejar en pocas líneas todas las implicaciones biológicas del estrés.
Si el estrés se define como una cognición de amenaza que activa al organismo por encima de sus recursos adaptativos, entonces el estrés es un estado antihomeostático que fuerza parámetros biológicos a un alto costo energético.
Es indudable que el conocimiento de la biología cerebral no ha llegado aún a desarrollarse totalmente. Los próximos años serán, mediante los avances tecnológicos, esclarecedores en cuanto a la neurobiología y a la posibilidad de encontrar explicaciones concretas a diferentes marcos conceptuales de las manifestaciones psicológicas del individuo.
Resumen
El artículo destaca la importancia del concepto de vulnerabilidad y del perfil psicológico de los individuos para la configuración del patrón de conducta de respuesta al distrés y su relación con la activación autonómica y neuroendócrina. Se mencionan las zonas cerebrales activadas y la importancia de la neurotransmisión Noradrenérgica y Serotoninérgica en los trastornos de angustia y su relación con el estrés.
Palabras claves: Estrés; Vías neuroendócrina y autonómica Trastornos de angustia.
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