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ALCMEON 11

Análisis del perfil clínico neuropsicológico
de la esquizofrenia

Elba B. Tornese, Guillermo Tórtora, Liliana Florio


La investigación científica es una base esencial de la potencia e independencia de un país y de su jerarquía en el concierto de las grandes naciones. El prestigio de una nación depende de la obra original de sus sabios, pensadores y artistas...
Curioso e insatisfecho con el conocimiento actual, el hombre de ciencia no lo considera definitivo y procura reinvestigar sus fundamentos y solidez, así como sus proyecciones futuras. Por eso un buen investigador debe poseer la mayor libertad intelectual y tener mucha independencia frente a los dogmas, doctrinas, sistemas y principios de autoridad.
Bernardo Houssay(3)

Resumen
Efectuamos una exploración neurocognoscitiva, neuropsicológica y neuropsiquiátrica en 130 pacientes esquizofrénicos crónicos de ambos sexos (DSM III-R). Evaluamos las funciones cognitivas y determinamos el compromiso cerebral e intelectual. Registramos un perfil clínico neuropsicológico indicador de disfunción cognitiva y cerebral. Discriminamos las correlaciones anatomoclínicas según tipologías.

Palabras clave
Funciones cognitivas, neuropsicología, funciones cerebrales, esquizofrenia crónica.

Summary
130 patients with chronic schizophrenia were neuropsychologycally evaluated (classificatory system: DSM III-R). We studied cognitive and brain functions. We made a correlation between the anatomy of the brain and its clinical neuropsychiatric aspect. We discriminated the types of schizophrenia. We report cognitive and brain disfunction.

Key words
Cognitive functions, neuropsychology, brain functions, chronic schizophrenia.

Introducción
Los fenómenos mentales conscientes e inconscientes, que permiten al individuo adaptarse a los estímulos internos y externos, representan el campo de estudio de la psicología cognitiva y se centran en los procesos mentales más elaborados: el pensamiento, la toma de decisiones, la percepción y la memoria.(6)
Las deformaciones sistemáticas de la percepción y de la atención posibilitan construcciones mentales anómalas. Los pacientes esquizofrénicos presentan un sistema defectuoso de captación de estímulos ambientales.
Los parámetros biológicos estudiados sugieren que en las esquizofrenias se producen alteraciones en la decodificación de informaciones, vale decir alteraciones cognitivas, como lo demuestran los hallazgos de la neuroanatomía, que son interpretados como el equivalente psicopatológico de una disociación neocortical-hipotalámica.(10,16)
Nuestro objetivo es:
1) evaluar las funciones cognitivas en pacientes con diagnóstico de esquizofrenia,
2) determinar el compromiso funcional cerebral e intelectual y
3) discriminar las correlaciones anatomoclínicas neuropsicológicas y neuropsiquiátricas según tipologías.

Material y métodos
Efectuamos una exploración neurocognoscitiva, neuropsicológica y neuropsiquiátrica en 130 pacientes con diagnóstico de esquizofrenia crónica (tipología según DSM III-R), de ambos sexos (54 de sexo masculino y 76 de sexo femenino), en internación hospitalaria. Para evaluar las capacidades cognitivas y el deterioro cognitivo utilizamos:
1) “Mini Mental State Examination (Folstein),
2) la Escala de Deterioro Global de Reisberg y
3) la Escala de Demencia de Blessed.
Administramos el programa integrado de exploración neuropsicológica-Test Barcelona adaptado, que constituye un instrumento de exploración de las actividades mentales superiores que posibilita la elaboración del perfil clínico neuropsicológico mediante la distribución gráfica adecuada al conjunto de los datos obtenidos que permiten la confección del escalograma. Las puntuaciones específicas de cada subtest representan un índice numérico exponente de los rendimientos mentales del paciente en una tarea determinada que sirve de base para las discriminaciones diagnósticas y clínicas básicas.(27, 28, 32, 35, 39, 40, 46, 49) Completamos el Test Barcelona con pruebas específicas para evaluar las funciones cerebrales (Test de Clasificación de Cartas de Wisconsin, de Stroop, de Corsi, Figura Compleja de Rey con y sin indicadores topográficos, Test de Semmes de orientación personal y extrapersonal).(12, 38, 42, 43, 44, 45, 47, 48)
Los resultados de las evaluaciones neurocognitivas y neuropsicológicas fueron comparados con los de 86 controles normales de edades equivalentes. Tuvimos en cuenta la adaptación y normatización del “Mini Mental State efectuado por el equipo de profesionales del Laboratorio de Demencias de los Hospitales “Santojani y “Ramos Mejía.(24) Se efectuaron los cálculos estadísticos para determinar el intervalo de confianza y la probabilidad de que los valores medios de las muestras referentes a cada subtest y test difieran y sean estadísticamente significativas. La significación de las diferencias se calculó por análisis de variancia.
Cuantificamos el nivel intelectual y el deterioro neuropsicológico a efectos de determinar la severidad del compromiso intelectual según la tipología de los pacientes esquizofrénicos (Test de Wechsler).(50)
Se establecieron los rasgos conductuales mediante la determinación de una escala comportamental donde consignamos los síntomas positivos y negativos (Tabla 1). También administramos la Escala de Movimientos Anormales (Guy) y la Escala de Isquemia (Hachinski).
El Test Barcelona se estructura en una serie de grandes funciones y subtests, permitiendo la identificación de componentes cerebrales y alterados y posibilitando la relación cerebro-actividades mentales superiores (Cuadro 1). Coincidimos en que el estudio neuropsicológico puede ser considerado cognitivo porque las alteraciones que se registran son de naturaleza cognitiva.(9, 41)
A partir del Test Barcelona se realizaron las respectivas correlaciones anatomoclínicas neuropsicológicas y neuropsiquiátricas, predictivas de la topografía cerebral.
Aplicamos la neuropsicología clásica, pues nuestro interés se centra en la delimitación de síndromes de relación con lesiones focales del cerebro.
Las variables tenidas en cuenta son:
1) Edad: entre 30 y 78 años; : 52.02, DS 10.36.
2) Sexo: el 41,53% de sexo masculino (SM) y el 58,46% de sexo femenino (SF).
3) Escolaridad: menos de 6 años el 21,33% de los pacientes; entre 6 y 12 años el 72% de los pacientes; más de 12 años el 6,66% de los pacientes.
4) Tipo de esquizofrenia: 8,46% desorganizado, 18,46% paranoide, 6,92 indiferenciado, 66,15% residual.
5) Dominancia manual: 100% diestros.
6) Tiempo de evolución de la enfermedad: entre 10 y 53 años, : 20.77.
7) Tipo de tratamiento instaurado:
a) biológico: psicofarmacológico 100% y electroconvulsivo 15,56%;
b) psicoterapéutico: psicoterapia individual 100% y grupal 77%;
8) Técnicas de rehabilitación:
a) asambleas comunitarias 9,23%,
b) grupo de rehabilitación 27,69%,
c) terapia ocupacional 4,61%,
d) recreación 4,61%,
e) talleres protegidos 4,61%,
f) CONET 2,30%.
9) Visitas de familiares y amigos:
a) semanales 23,07%,
b) mensuales 20%,
c) esporádicas 10,76%,
d) no recibe visitas 46,15%.
Fueron excluidos los pacientes esquizofrénicos con patologías asociadas que afecten el sistema nervioso central (epilepsia, oligofrenia, traumatismo craneoencefálico, etcétera).

Resultados
Nivel neurocognitivo
1) Test de Wechsler: deterioro intelectual entre 3% y 72%, : 32.05. (CI: de fronterizo hasta normal brillante, promedio: término medio).
2) Mini Mental State Examination: deterioro cognitivo: 66,75% (n= 86),
a) más de 8 años de escolaridad: menos de 24 puntos,
b) menos de 8 años de escolaridad: menos de 20 puntos.
3) Escala de deterioro global de Reisberg y col.:
a) ausencia de alteración cognitiva 7,69% (n= 10),
b) disminución cognitiva muy leve 9,23% (n= 12),
c) defecto cognitivo leve 16,92% (n= 22),
d) defecto cognitivo moderado 50% (n= 65),
e) defecto cognitivo moderado grave 10% (n= 13),
f) defecto cognitivo grave 6,15% (n= 8),
g) defecto cognitivo muy grave 0%.
4) La Escala de Blessed, Thomlinson y Roth nos permitió una evaluación cuantitativa del deterioro intelectual a partir de los datos proporcionales del entorno, y además verificar el déficit cognitivo de los pacientes.

Nivel neuropsicológico
Las actividades mentales, representadas en áreas temáticas de evaluación, según el Test Barcelona, se alteraron en las siguientes proporciones:
1) lenguaje espontáneo 6,15% (n= 8),
2) área de orientación 64,6% (n= 84),
3) área de atención y control mental 74,61% (n= 97),
4) área del lenguaje oral 56,15% (n= 73),
5) área del lenguaje leído 8,46% (n= 11),
6) área del lenguaje escrito 13,84% (n= 18),
7) área de las praxis 52,30% (n= 68),
8) área visuoespacial 20% (n= 26),
9) área de la gnosis 6,92% (n= 9),
10) área de orientación somática (der.-izq.) 1,53% (n =2),
11) área de memoria 80,76% (n= 105),
12) área del cálculo y aritmética: mental 50% (n= 65), escrito 74,61% (n= 97),
13) área de factores intelectuales 92,30% (n= 120).
Los valores medios de los subtests del Test Barcelona más alterados según área temática difieren significativamente de los controles normales (p< 0,05).

Nivel clínico-topográfico cerebral
Las respectivas correlaciones anatomoclínicas neuropsicológicas y neuropsiquiátricas registraron los siguientes porcentajes de pacientes con disfunción cerebral:
1) 100% de disfunción frontal,
2) 81% de disfunción temporal,
3) 57% de disfunción parietal,
Las diferencias cuantitativas se observaron invariablemente según tiempo de evolución de la psicosis esquizofrénica y forma clínica.
En el tipo desorganizado de esquizofrenia se registró severa disfunción cerebral fronto-témporo-parietal con predominio del hemisferio izquierdo.
En el tipo paranoide predominó la disfunción fronto-temporal izquierda en pacientes con abundante sintomatología alucinatoria auditiva verbal e ideación delirante de perjuicio, persecución, mística, celotípica, erótica y megalómana; en los pacientes con frecuentes alucinaciones cenestésicas e ideación patológica relacionada con el esquema corporal predominó la disfunción fronto-témporo-parietal derecha.
En el tipo indiferenciado registramos disfunción cerebral global.
En el tipo residual observamos disfunción cerebral frontal, fronto-temporal o fronto-témporo-parietal bilateral o predominantemente izquierda o derecha según severidad.
La aplicación del Test Barcelona permitió determinar el perfil clínico neuropsicológico de los tipos de esquizofrenia.
Registramos disfunción cerebral izquierda en el 69,23% de los pacientes (n= 90) y derecha en el 30,70 (n= 40), que representa un indicador de severidad.
Los factores demográficos sexo, edad y nivel de educación no incidieron en los resultados.
Correlacionamos la sintomatología registrada en las escalas clínicas neuropsiquiátricas con los estadios de desintegración cognitiva y observamos:
1) esquizofrenia tipo desorganizado y estadios de defecto cognitivo moderado grave y grave,
2) esquizofrenia tipo paranoide y defecto cognitivo leve y moderado,
3) esquizofrenia tipo indiferenciado y defecto cognitivo moderado grave y grave,
4) esquizofrenia tipo residual y ausencia de alteración cognitiva hasta déficit grave, con un promedio de déficit moderado.

Discusión
Dentro del conjunto de nuestras experiencias internas o vivencias directas se advierte una tendencia a la polarización hacia el yo y el mundo exterior.
Las sensaciones se dividen en sensitivas o internas (superficiales, profundas, térmicas, álgicas) y las sensoriales o externas (gustativas, olfatorias, visuales y auditivas). Los sentidos tienden a orientar el organismo en sí mismo y con relación al mundo, facilitando la reacción motora apropiada frente a estímulos útiles o nocivos. Es diverso el papel que desempeñan todas las formas de sensaciones en la construcción de la vida psíquica. Si bien la sensibilidad está ligada estrechamente a la afectividad y a la vida instintiva, las funciones sensoriales constituyen la base de procesos superiores de figuración, de la actividad representativa e intelectiva y además son las que “alimentan de continuo nuestra afectividad.(21)
Los sistemas sensoriales son buenos puntos de partida para el estudio de la organización de las células nerviosas. Desde la más corta infancia tenemos consciencia de multitud de sensaciones y percepciones que se producen como parte de la vida. Aquellas que son particularmente dolorosas o placenteras se convierten en poderosos factores que modelan nuestro desarrollo, el tipo de personalidad que adquirimos y los objetivos hacia los cuales nos movemos. Nuestros sentidos nos informan y ponen a prueba constantemente nuestra capacidad para hacer juicios sobre las cosas.(31)
Cada hemisferio cerebral parece ser aproximadamente una imagen en espejo del otro, manteniendo bastante la simetría general izquierda-derecha del cuerpo humano. Las funciones mentales humanas más complejas y las conductas están divididas asimétricamente entre el cerebro izquierdo y derecho, pues las evidencias demuestran que no son idénticos en sus capacidades de organización.(33)
Según observaciones, el trabajo de las zonas terciarias de las regiones corticales posteriores es esencial no sólo para la integración adecuada de la información que llega al hombre para la transición de las síntesis directas visualmente representadas al nivel de los procesos simbólicos u operaciones con significados verbales, con estructuras gramaticales y lógicas complejas, con sistemas de números y relaciones abstractas. Las zonas terciarias de la región cortical posterior participarían en el proceso de conversión de la percepción concreta en pensamiento abstracto, así como el hemisferio izquierdo (dominante en diestros) ejercería un papel esencial en la organización cerebral de todas las formas superiores de actividad cognitiva conectadas con el lenguaje: percepción organizada en esquemas lógicos, la memoria verbal activa y el pensamiento lógico.(23)
Es sabido que los rasgos más sobresalientes de los procesos mentales de los animales superiores alcanzan su más alto nivel en el hombre. Las características exclusivas del humano residen en los modelos específicos de las interconexiones sinápticas entre las neuronas del cerebro. De las mismas surgen las habilidades para el pensamiento abstracto y presumiblemente precisan tipos de organización nerviosa cualitativamente diferentes.(19)
Al leer este concepto puede recordarse lo que hace tiempo dijo Ingenieros: “Todo idealista es un hombre cualitativo: posee un sentido de las diferencias que le permite distinguir entre lo malo que observa y lo mejor que imagina. Los hombres sin ideales son cuantitativos; nunca distinguen lo mejor de lo peor... Idealistas son hombres predispuestos a emanciparse de su rebaño, buscando alguna perfección más allá de lo actual, en cambio “los hombres sin ideales desempeñan el mismo papel que la herencia en la evolución biológica: conservan y transmiten las variaciones útiles para la continuidad del grupo social.(14) Tal vez tengan tipos de organización nerviosa cualitativamente diferentes...
Para Nauta y Feirtag, de una de las ramas que dieron lugar a los mamíferos surgieron los primates, un orden en el que el neocortex alcanza su máximo desarrollo. Los seres humanos somos herederos de todas las consecuencias que ello supuso, incluyendo, quizá, la psiquiatría.(26)
El hombre y otros animales poseen notables facultades cognoscitivas y un elevado índice de percepción de datos que superan la conciencia verbal y analítica. A menudo se une a ésta otra clase de conocimiento integrado por nuestras percepciones y cogniciones no verbales con el término de “intuitivo, localizadas principalmente en el hemisferio derecho, pero cuya autenticidad dependerá de la eficiencia con que ha trabajado el hemisferio izquierdo.
Con respecto a la esquizofrenia surgió el interrogante: ¿no es posible que sea la situación resultante ante la imposibilidad de mantener encadenados a nuestros dragones, cuando éstos han roto los grillos que los sujetaban al hemisferio izquierdo y salen bruscamente a la luz?(30)
También se dijo que en la psicosis esquizofrénica la patogenia engendra el estado morboso desestructurando la organización sensoperceptiva, lo que ha de producir necesariamente el “desconcierto del resto de las funciones psíquicas.(25)
Registros de potenciales evocados sensoriales (P50) en pacientes esquizofrénicos, comparados con sujetos normales, confirmaron que tales pacientes muestran una pérdida difusa de la entrada sensorial (frontal, central, parietal). Esto confirma la hipótesis del fracaso de la entrada y sobrecarga sensorial en la esquizofrenia.(18)
Podría decirse que sobre una estructura anatómica cerebral la herencia filogenética pasa por un proceso ontogenético donde tiene importancia el influjo del entorno social concreto en el que se desarrolla el individuo y la memoria genética, que posibilitan un nuevo nivel de organizaciones adquiridas bajo la forma de experiencia. Estas adquisiciones adquiridas constituyen la memoria del individuo y la base específica del “yo.(28)
Las grandes obras espirituales originales sólo son posibles a base de determinadas condiciones hereditarias, susceptibles de acrecentarse y mejorarse mediante un intenso esfuerzo y las influencias de un medio favorable, pero que en modo alguno pueden reemplazarse. Las producciones totalmente personales, como son las grandes obras de arte o los trabajos trascendentales de los investigadores, invitan de modo especial a poner al descubierto el núcleo original y primario de la inteligencia y el carácter de la personalidad. La mayoría de las peculiaridades caracterológicas sazonadas y complejas, con sus inherentes valoraciones sociológicas y éticas, no son simplemente factores primarios de la personalidad, sino superestructuras complicadas, construidas en acción recíproca con el ambiente, sobre el núcleo auténtico de la predisposición.(22)
Tales descripciones pueden apreciarse en la descripción efectuada por Sand en cuanto a la manera en que trabajó Chopin:
Su creación era espontánea, milagrosa. La encontraba sin buscarla, sin preverla. Aparecía en su piano, súbita, completa, sublime, o bien cantaba en su cabeza durante un paseo, y él tenía prisa en hacérsela escuchar a sí mismo, y se lanzaba sobre el instrumento. Pero entonces comenzaba la tarea más dolorosa a la que haya asistido nunca. Era una serie de esfuerzos, de indecisiones e impaciencias para volver a capturar ciertos detalles del tema de su audición; lo que había concebido todo completo, lo analizaba demasiado al querer escribirlo, y su pena por no poder encontrarlo nítido, según él, lo hundía en una especie de desesperación...
Tengamos en cuenta que la primera composición conocida de Chopin fue impresa cuando tenía 7 años: fue una polonesa dedicada a su maestro Zywny. Asimismo, cuando le llegó la noticia de la caída de Varsovia, compuso su Estudio op. 10 Nº 12, llamado “Revolucionario, grandioso en sus trágicos acentos... Según Chopin:
Cuanto más se parece una obra terminada a una improvisación, mayor es la impresión que produce. Es por eso que cuando se presenta la inspiración, hay que aferrarse a los primeros pensamientos y anotarlos... Cada creador tiene momentos en los que la inspiración decae y comienza entonces el trabajo cerebral. Liszt pone mucho trabajo y poca inspiración; en cambio, en Mozart son contadas las veces en las que siento el trabajo. En Bach existe la labor del contrapuntista, pero es tan perfecta, tan estrechamente entrelazada con la inspiración, que tú no la podrías separar.(11, 34)
El gen de la locura, el del lenguaje o el de la inteligencia no existen. No es posible asignar una función integrada a un “centro único o a un solo neurotransmisor, sino a un sistema de “etapas de tránsito donde se “anudan estados de actividad eléctrica y química. Del mismo modo los genes “se anudan, se imbrican, se encadenan, expresándose desde una forma secuencial y diferencial a lo largo del desarrollo para crear la organización del encéfalo propia de la especie humana. La capacidad de reproducción del desarrollo en el tiempo y en el espacio de estas expresiones genéticas asegura que esta organización sea invariable.(7)
Evidentemente, se conservará el término de determinismo genético cuando se hable de la organización funcional del sistema nervioso central. Uno de los superávit de la divergencia evolutiva que lleva al Homo Sapiens es el aumento de las capacidades de adaptación del encéfalo a su entorno, acompañada de un manifiesto aumento de representaciones para generar objetos mentales y combinarlos. El pensamiento se desarrolla, la comunicación entre individuos se enriquece, el vínculo social se intensifica y durante el período que sigue al nacimiento marca el cerebro de cada individuo con una huella original y generosamente indeleble. A la diferencia de los genes se superpone una variabilidad individual (epigenética) de la organización de las neuronas y de sus sinapsis. La “singularidad de las neuronas se agrupa con la heterogeneidad de los genes y marca cada encéfalo humano con rasgos propios del entorno particular en el cual se ha desarrollado.(5)
Hay quienes creen que existen mecanismos hereditarios responsables de la esquizofrenia. Se pensó en una herencia monogenética recesiva y en la teoría poligenética. Si bien los factores hereditarios desempeñan un papel significativo, la importancia de estos factores aparece variable por la probable diferencia en los modos de transmisión hereditaria y la carga genética, el rol de la familia y el medio ambiente en general.(4)
La psicosis esquizofrénica se caracteriza por una alteración ontogenética durante el desarrollo prenatal que produciría, con el transcurso de los años, disfunción cerebral de distinta severidad y progresión. La cuestión es si puede ser considerada una enfermedad degenerativa, pues hay evidencias de atrofia cortical de distinta predominancia hemisférica con una cuantificación de degeneraciones neurofibrilares y placas neuríticas, compatible con un proceso degenerativo.(1, 2, 8, 15, 17. 20, 29, 36, 37, 47)
Otro interrogante: “¿Qué probabilidades hay de lograr un pronto progreso en nuestra comprensión del cerebro?. Dado lo mucho que van aumentando nuestros conocimientos acerca de él, “¿podemos esperar que se produzca una especie de gran paso adelante?. Sabemos que se está estudiando con éxito desde muchos ángulos diferentes y se han obtenido muchos resultados interesantes. También los nuevos métodos producen nuevos resultados.(7)
La lectura de nuestras investigaciones nos enseña que: “Las conquistas de hoy y las posibilidades del futuro son consecuencia de las esperanzas y aspiraciones de ayer. Las realizaciones actuales parecieron hace algunos años quimeras imposibles de idealistas o soñadores. Pero siempre son los idealistas y no los prácticos los que acaban por tener razón en la lucha por el progreso, a pesar de que tengan que tropezar con dificultades infinitas y contra resistencias misoneístas que en ciertos momentos parecen invencibles.(3)
Los cambios fundamentales en nuestra concepción del cerebro humano no dejarán de tener un profundo efecto sobre la idea que tengamos acerca de nosotros mismos.(13)

Conclusiones
1. El perfil neurocognitivo registrado en pacientes esquizofrénicos crónicos es correlativo a la heterogeneidad anatomoclínica.
2. El perfil neuropsicológico observado, a partir del Test Barcelona adaptado y complementado, permite establecer un diagnóstico de esquizofrenia crónica, las correlaciones anatomoclínicas, las líneas de base del control evolutivo y de la rehabilitación de los pacientes.
3. El perfil neuropsicológico de la esquizofrenia es indicador de disfunción cognitiva y cerebral, permitiendo la discriminación de la tipología.
4. El estadio de desintegración cognitiva es correlativo a la severidad de la disfunción cerebral y varía según la tipología esquizofrénica.
5. Se ha determinado que la gravedad de la puntuación de la Escala de Blessed, según la afectación cognitiva, es proporcional a la cantidad de degeneraciones neurofibrilares y placas neuríticas de la corteza cerebral. La extensión y densidad de las degeneraciones neurofibrilares en neocortex y en presencia de placas neuríticas correlaciona con la atrofia cerebral. Las alteraciones degenerativas registradas en la esquizofrenia y la disfunción cognitiva hacen pensar en la posible existencia de una alteración degenerativa.

Bibliografía
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40. E. Tornese, P. Ciavarelli, I. Bordarampe, “Disfunción cerebral temporal y esquizofrenia, 7ª Semana de Congresos del Sistema Nervioso. Bol. Publ. SEMCOSIN 7, 1: 35, Mar del Plata, Argentina, 1991.
41. E. Tornese, S. Farré, “Terapia cognitiva en la esquizofrenia, 8ª Semana de Congresos del Sistema Nervioso. Bol. Publ. SEMCOSIN 8, 1, 2: 20, Mar del Plata, Argentina, 1992.
42. E. Tornese, V. Donnoli, N. Rojas, L. Florio, A. Spadari, M. Goñi, “Parámetros de determinación de disfunción cerebral en la esquizofrenia, 9ª Semana de Congresos del Sistema Nervioso. Bol Publ. SEMCOSIN 9, 1, 2: 25, Mar del Plata, Argentina, 1993.
43. E. Tornese, V. Donnoli, L. Florio, M.P. Vernengo, “Valoración neuropsicológica del movimiento en la esquizofrenia, 9ª Semana de Congresos del Sistema Nervioso. Bol Publ. SEMCOSIN 9, 1, 2: 25, Mar del Plata, Argentina, 1993.
44. E. Tornese, V. Donnoli, L. Florio, G. Tórtora, “Perfil clínico neuropsicológico de la esquizofrenia, IX Congreso Argentino de Psiquiatría, Iguazú, Misiones, Argentina, 1993.
45. E. Tornese, H. Konopka, “Agenesia del cuerpo calloso y esquizofrenia, 8ª Semana de Congresos del Sistema Nervioso. Bol. Publ. SECOMSIN 8, 1, 2: 24, Mar del Plata, Argentina, 1993.
46. E. Tornese, T. Mascitti, V. Donnoli, N. Rojas, “Perfil clínico-topográfico cerebral en la esquizofrenia, en: Medicina, 52, 5, págs. 450-451.
47. E. Tornese, T. Mascitti, T. Konopka, A. Albanese, E. Albanese, A. Merlo, “Nuevos aportes neuropsicológicos en la esquizofrenia, 8ª Semana de Congresos del Sistema Nervioso, Bol. Publ. SEMCOSIN 8, 1, 2: 61, Mar del Plata, Argentina, 1992.
48. E. Tornese, S. Salsamendi, “Funcionalidad cerebral en la esquizofrenia, 5ª Semana de Congresos del Sistema Nervioso, Bol. Publ. SEMCOSIN 5, 1: 53, Buenos Aires, Argentina, 1989.
49. E. Tornese, G. Tórtora, L. Florio, “Perfil neurocognitivo en la esquizofrenia,” V Congreso Interinstitucional de Psicopatología y Salud Mental, Bol. Publ. 1993, Buenos Aires, Argentina, pág. 58.
50. D. Wechsler, Test de inteligencia para adultos (WAIS), 1ª reimp., Buenos Aires, Paidós, 1988.
51. M.E. Weimer, The Dementias: Diagnosis and Management, Washington, American Psychiatric Press, Library of Congress Cataloging-in-Publication Data, 1991.

Cuadro I
Exploración de la funcionalidad cerebral mediante batería neuropsicológica. Test Barcelona

I. Lóbulo frontal
1. Lenguaje espontáneo
Conversación-narración
Narración-temática
Descripción
2. Fluencia verbal y contenido informativo
3. Prosodia
Ritmo
Melodía
4. Lenguaje automático-control mental
Series en orden directo
Series en orden inverso
5. Praxis orofonatoria en imitación
6. Evocación categorial en asociaciones (fluidez verbal)
7. Reproducción gráfica a la orden (círculo, cuadrado, triángulo y cruz) y a la copia, con y sin indicadores topológicos a los efectos de la determinación de perseverancia y planificación
8. Imitación de posturas
Unilateral
Bilateral
9. Secuencias de posturas
Unilateral (puño-palma-lado; alternancia gráfica; buoles gráficos)
Bilateral (coordinación recíproca)
10. Abstracción verbal
Semejanzas abstracción
Comprensión abstracción
11. Inteligencia práctica (cubos)

Conexión témporo-frontal
1. Repetición verbal
2. Repetición de error semántico (conducta de la verdad)

II. Lóbulo temporal
1. Comprensión verbal (de palabras; partes del cuerpo; realización de órdenes simples; material verbal complejo)
2. Comprensión lectora (palabra-imagen; palabras logatomos; órdenes escritas; frases y textos)
3. Gnosis auditiva
4. Memoria (textos, aprendizaje derivado de palabras; memoria visual de elección; memoria visual de reproducción

Conexión occipito-témporo-frontal y témporo-frontal
1. Denominación visuo-verbal (imágenes, objetos, partes del cuerpo)
2. Denominación verboverbal (respuesta denominando, completamiento denominando)

III. Lóbulo parietal
1. Estudio de funciones táctiles (grafestesia, morfognosia, estereognosia-denominación táctil derecha-izquierda)
2. Reconocimiento digital
3. Orientación derecha-izquierda
4. Praxis constructiva (a la orden y la copia)
5. Gesto simbólico
6. Mímica de uso de objetos
7. Uso secuencial de objetos

IV. Lóbulo occipital
1. Colores (denominación, designación, respuesta denominando)

Conexión occipito-temporal-parietal
1. Orientación topográfica
2. Apareamiento de caras
3. Atención visuográfica
4. Discriminación de imágenes superpuestas

V. Región o encrucijada parieto-témporo-occipital
1. Cálculo (mental, escrito)
2. Escritura (mecánica-dictado, espotánea-narrativa)
3. Lectura-verbalización

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