COLOR2.GIF (68 bytes)

Nº3 - 1996

ALCMEON 18

¿Panic disorder o panic disorders?

Luis I. Mariani


Sumario
Desde su descripción original realizada por Donald Klein e introducida en la nomenclatura internacional en la tercera edición (1980) del DSM, el Panic Disorder ha sido objeto de numerosos estudios de investigación clínica, neurobiológica, epidemiológica, psicofarmacológica, etcétera.
El motivo del presente artículo es postular la existencia de dos subtipos clínicos de crisis de pánico (panic attack) para ser sometida dicha hipótesis a evaluación de la comunidad científica.

Los dos subtipos de crisis de pánico

En los últimos 16 años poco ha variado la descripción clínica de lo que se ha dado en llamar una crisis de pánico (panic attack). Este hecho puede observarse claramente en su descripción original del DSM-III(1) y posteriormente en las versiones DSM-IIIR(2) y DSM-IV(3) de la American Psychiatric Association, sin embargo, según la experiencia clínica de nuestro equipo de trabajo, en los últimos 14 años hemos observado a más de 70 pacientes que relatan padecer crisis de pánico que podrían agruparse en dos subtipos, a saber:
A. Crisis de Pánico Tipo I:
Se caracterizan por un incremento del estado de alerta del individuo junto a una hipersimpaticotonía (aumento del tono neurovegetativo simpático). Sus síntomas característicos serían:
1. Estado de hiperalerta e hipervigilancia
2. Hipersimpaticotonía
2.1. Ritmo cardíaco acelerado (taquicardia)
2.3. Temblores o sacudidas
2.4. Sensación de ahogo o falta de aliento con hiperventilación
2.5. Hipertensión arterial
2.6. Parestesias
2.7. Escalofríos.
3. Miedo a morir, perder el control o a volverse loco.
B. Crisis de Pánico Tipo II:
Se caracterizan por una disminución del estado de alerta del individuo junto a una hiperparasimpaticotonía (incremento del tono neurovegetativo parasimpático). Sus síntomas característicos serían:
1. Estado de hipoalerta, hipovigilancia o somnolencia.
2.1. Ritmo cardíaco lento (bradicardia)
2.2. Sensación de ahogo o falta de aliento con hipoventilación
2.3. Suspiros
2.4. Opresión o malestar torácicos o sensación de atragantarse
2.5. Náuseas o molestias abdominales
2.6. Inestabilidad, mareo o desmayo
2.7. Hipotensión arterial
3. Miedo a morir, perder el control o volverse loco.
El primer paciente en el que descubrimos claramente la existencia de estos dos subtipos clínicos de crisis de pánico era un hombre de 30 años que presentaba como comorbilidad un trastorno ciclotímico; cuando el paciente presentaba fases hipomaníacas, las crisis de pánico eran las de Tipo I, en cambio en las fases depresivas predominaban las crisis del Tipo II. En el resto de los pacientes que observamos estos dos subtipos de crisis de pánico no presentaban obligatoriamente como comorbilidad cuadros clínicos de trastornos del estado de ánimo. Sin embargo, el patrón parecería repetirse: a mayor número de síntomas depresivos asociados, mayor probabilidad de padecer una Crisis de Pánico de Tipo II y viceversa: a mayor número de síntomas hipomaníacos y/o ansiedad asociados, mayor probabilidad de padecer una Crisis de Pánico de Tipo I.
La aparente bipolaridad de estos dos subtipos clínicos de crisis de pánico nos recuerda la bipolaridad de determinados trastornos del estado de ánimo. No casualmente Hudson(4) ha postulado el concepto de trastornos del espectro afectivo que incluyen los trastornos del estado de ánimo, el panic disorder, el trastorno obsesivo-compulsivo, la bulimia y la anorexia nerviosa y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad en la infancia. Todos cuadros clínicos que responden favorablemente al tratamiento antidepresivo.

Bibliografía

Pulse F5 para regresar
1. American Psychiatric Association, DSM-III, American Psychiatric Press, Washington, 1980.
2. American Psychiatric Association, DSM-IIIR, American Psychiatric Press, Washington, 1987.
3. American Psychiatric Association, DSM-IV, American Psychiatric Press, Washington, 1994.
4. R. Hudson, “Affective Spectrum Disorder: does antidepressant response identify a family of disorders with a common psychophysiology?”, American Journal of Psychiatry, 147, 5, 552-564, mayo 1990.

Contáctenos.