COLOR2.GIF (68 bytes)

Año VIII - Vol 6 - Nº 3 - Noviembre 1997

ALCMEON 23

A sesenta años del "Circuito Emocional" de Papez


Dr. Juan Carlos Goldar


El tema que he elegido para esta conferencia inaugural, es simple y complejo a la vez. Se trata de la teoría elaborada por el investigador norteamericano James Papez, en el año 1937, y que figura en el centro de toda interpretación neurobiológica de las manifestaciones clínicas psiquiátricas.

Ése es el esquema que presenta Papez en el año 1937 (Fig. 1). Lo que propone es lo siguiente, en resumen: la emoción es elaborada en el hipocampo, es transmitida por el fornix hasta el cuerpo mamilar, desde el cuerpo mamilar pasa al núcleo anterior del tálamo y de aquí alcanza al gyrus cinguli.

En el gyrus cinguli se produce la recepción de la emoción. Él dice que esta zona, el gyrus cinguli, o sea la circunvolución del cuerpo calloso, es la región receptora de la emoción, que nosotros utilizamos cuando sentimos emoción. Del mismo modo que, cuando sentimos algo visual, utilizamos la cisura calcarina o cuando sentimos algo olfatorio utilizamos el cerebro olfatorio. Para él esto es un aparato receptor. El hipocampo es efector de la emoción, construye la emoción, la emite por el fornix hacia los mamilares, de los mamilares al núcleo anterior del tálamo y de ahí al gyrus cinguli. O sea, Papez postula un aparato que construye la emoción, situado en el hipocampo, y un aparato que siente la emoción, por así decirlo, en el gyrus cinguli. Y desde el gyrus cinguli se irradia al resto del cerebro el tono emocional de cualquier actividad que en ese momento esté realizando el cerebro. Para Papez es central el siguiente concepto: en el gyrus cinguli se produce el feeling, se siente la emoción, pero la emoción alcanza el resto del cerebro proyectándose desde el gyrus cinguli hacia el resto de la corteza cerebral.

Han pasado sesenta años desde que James Papez dijo esto, y se han producido grandes adelantos. ¿Qué tenemos que hacer, pues? Realizar una actualización de la teoría de Papez. Tomar la vieja teoría que está cerrada, perfectamente construida, y agregarle lo que sabemos en los últimos sesenta años. Los progresos esenciales en los últimos sesenta años han sido los siguientes:

Papez creía que la región interna del lóbulo frontal, donde está el gyrus cinguli, era una región fundamentalmente receptora. Decía que sentimos las emociones en el gyrus cinguli, en la circunvolución del cuerpo calloso. Quiero señalar, de paso, que Papez se está refiriendo al cerebro límbico de Broca. Sin embargo, en su trabajo, el término límbico y el nombre de Broca no aparecen. Creo que MacLean años después le preguntó por qué no aparecía el nombre de Broca y no aparecía el término límbico, ya que hablaba de un circuito límbico, y Papez admitió que se trataba de una gravísima omisión.

Papez, lo repetimos, consideraba que la región interna del lóbulo frontal, donde está el gyrus cinguli, era una región receptora. Sin embargo, hemos llegado a saber que esa región no solamente es receptora sino además efectora y que en la región interna del lóbulo frontal, donde está situado el gyrus cinguli, hay un aparato motor. En esta tomografía que ustedes ven ahí, estos focos, estas manchas negras, son atrofias frontomediales de una paciente depresiva (Fig. 2). Es decir, en la época de Papez se ignoraba que en la región interna del lóbulo frontal hay un aparato motor además de uno sensorial.

Esto nos va a llevar a considerar el problema de la emoción desde dos puntos de vista. Por un lado, la emoción en cuanto puro acto, en cuanto expresión: la expresión emocional. Luego la utilización del objeto, la consumación instintiva, y luego la búsqueda del objeto, cuando el objeto no está presente. Pero, por otro lado, el aspecto sensorial, que es la impresionabilidad, lo que Kleist denominaba las cualidades de impresionabilidad. Nosotros, por las emociones, tenemos impresiones y expresiones. Las expresiones son: las expresiones emocionales clásicas, la consumación con el objeto o la búsqueda del objeto cuando el objeto no está presente. Vamos a ver estas cuatro formas de respuesta instintivo-emocional a la luz de los progresos que se hicieron desde Papez hasta este momento. Ustedes entenderán que esto es central en cualquier interpretación psiquiátrica.

La región anterior del gyrus cinguli, que está en blanco ahí, es un aparato motor, es un área motora, que tiene la misma estructura que el área motora clásica (Fig. 3). Existe, pues, un gyrus cinguli motor y, hacia atrás, un gyrus cinguli esencialmente sensorial. Yo quiero centrar la conferencia en el siguiente aspecto. Vamos a ver el papel del gyrus cinguli y del hipocampo, o sea de los mecanismos límbicos, a la luz de la emoción o el instinto interpretados desde la motivación. Entiendo por motivación un conjunto cenestésico integrado por los apetitos y por los estados generales corporales de bienestar o malestar. Lo que yo intentaré señalar, a lo largo de esta conferencia, es que en la base del cerebro, en el hipotálamo, surgen dos corrientes, una hacia el gyrus cinguli anterior o motor, para darle motivación al acto, para que nuestras expresiones, nuestras consumaciones y nuestras búsquedas tengan un biotono, una fuerza, una motivación. En segundo lugar, una proyección desde el hipotálamo hacia el gyrus cinguli posterior, para que nuestras impresiones sensoriales sean conmocionantes o impresionantes. Es decir, voy a entender la emoción en un doble sentido: la emoción vista desde la motivación. El hipotálamo, centro esencial de la motivación y de los apetitos, mueve la formación del acto de la expresión emocional (reír, llorar, copular, correr, refugiarse). Y también carga de tono instintivo al aspecto sensorial de la emoción, la impresionabilidad. Algo no me impresiona, algo me impresiona mucho. Algo no me conmociona, algo me conmociona mucho.

Otro rasgo que Papez ignoraba es el siguiente: para él, el único núcleo importante en la emoción es el núcleo anterior del tálamo, que recibe el fascículo mamilotalámico desde el cuerpo mamilar. Pero hay otro núcleo situado ahí, que es el núcleo dorsomediano caudal (Fig. 4). La tesis que yo voy a utilizar en esta conferencia será la siguiente: el núcleo dorsomediano caudal tiene que ver con la puesta en marcha de los actos emocionales, y el núcleo anterior tiene que ver con la impresionabilidad de los objetos. Es decir, mundo sensorial, impresionabilidad, núcleo anterior. Mundo motor, expresión, consumación, búsqueda, núcleo dorsomediano caudal. Esto no era conocido en la época de Papez, de ningún modo. Proyecciones desde el núcleo dorsomediano caudal hacia el gyrus cinguli anterior eran completamente ignoradas. Yo las empecé a ver cuando trabajaba con mi maestro Diego Outes y han sido confirmadas modernamente por otros neuroanatomistas utilizando trazadores retrógrados en monos. Hay un aparato en el cerebro que es éste, el núcleo dorsomediano caudal, que contiene la fuente motivacional de los actos emocionales. Ya veremos eso con cierto detalle.

Otro hecho es que, para Papez, el hipocampo, o sea la región que está en la "base" del sistema límbico, tenía que ver sólo con la construcción de las emociones. Más adelante se comprobó que la destrucción bilateral del hipocampo produce una amnesia gravísima.

Éste es un caso de amnesia hipocámpica (Fig. 5). Ése es el hipocampo normal, éste es el hipocampo alterado. Observen ustedes la pérdida de mielina en la fimbria. Este preparado lo hice en el año 1970 y pertenecía a un paciente amnésico que estudiamos poco después de haber publicado uno de los primeros casos de amnesia límbica con el profesor Ramón Melgar.

Es decir que Papez pudo construir cierto circuito, y debemos agregarle a este circuito dos fenómenos: el fenómeno de un núcleo motor en el tálamo, para la motilidad instintiva, y el papel que el hipocampo desempeña en la memoria. Papez ignoraba estos dos hechos y tenemos que agregárselos al anillo magnífico que él pudo cerrar. Va a ser posible dejar casi intacto el circuito, y agregar esto. Esto es lo que podemos hacer en homenaje a los sesenta años de su descubrimiento, de su teoría.

Lo que viene ahora es un poco tedioso porque es completamente anatómico y es inevitable tenerlo en cuenta. Comenzamos por un esquema de Krieg (Fig. 6). Son fascículos de la base del cerebro. Lo que nos interesa aquí es el fornix, que nace en el hipocampo, gira, pasa detrás de la comisura anterior y termina en el cuerpo mamilar. Nos interesa también la estría medular, que corre en la superficie del tálamo y nos interesa este fascículo que corre aquí, basalmente, que es el fascículo prosencefálico medial.

Les voy a mostrar unos dibujos que yo he hecho al lado del microscopio (no están todos a la misma escala) para mostrarles la posición de esos fascículos (Fig. 7). Ésta es la parte anterior de cada uno de los cortes, y ésta es la parte posterior. Éste es el corte más medial y le siguen éstos. Los fascículos se distinguen claramente. Ahí está la comisura anterior, en cada uno de los cortes; detrás el fornix. Observen las fibras del fascículo prosencefálico medial; esto es esencial para comprender lo que les diré luego. Estos dibujos fueron hechos hace poco tiempo, de corrida, forman parte de apuntes que estoy tomando para redactar un tratado de neuroanatomía humana. Son apuntes, pero son de una gran fidelidad, lo que ustedes ven ahí es absolutamente fiel. Dicho sea de paso, ahí se ve el núcleo accumbens que es donde se sostiene que realizan su efecto los neurolépticos que habitualmente se utilizan.

Vamos a comenzar por ver de qué manera el hipotálamo llega hasta el tálamo y desde el tálamo consigue activar los aparatos motores que están en la circunvolución límbica. Este esquema pertenece al libro de Don Santiago Ramón y Cajal (Fig. 8). En él se ven pasar las fibras del fascículo prosencefálico que él llama radiación olfatoria, y de él nacer como colaterales las fibras de la estría medular. Sin embargo él destaca que hay un componente posterior que viene directamente del hipotálamo. Ésta es la región preóptica, esto es el hipotálamo, ahí están los fascículos ingresando en la estría medular. Éste es un magnífico dibujo de Cajal, tomado de un ratón recién nacido utilizando el método de Golgi. Éste es el origen de la estría medular. Vamos a postular a esto como el origen de los elementos motivacionales que desde el hipotálamo, y a través del tálamo, ponen en marcha los actos emocionales, en especial la expresión emocional, y más en especial la consumación. Me refiero a la consumación de las cuatro F de los ingleses: fighting (luchar), flight (escapar), feeding (comer) y f..., (copular).

Vamos a ver de qué modo esta estría medular consigue introducirse en ese núcleo caudal del tálamo para, desde ahí, ingresar a la región límbica.

He hecho un dibujo basado en un preparado mielogenético (Fig. 9). Éste es el cerebro de un niño recién nacido, que yo he dibujado buscando las fibras de la estría medular que van ingresando en el núcleo talámico que les señalé antes y que parece proyectar al aparato motor límbico. Ésa es la estría medular, ése es el tálamo del niño. Acá se ven salir los fascículos de Meynert. Fíjense las colaterales que están entrando al tálamo desde la estría medular, en el hombre esto se ve claramente. He elegido un niño recién nacido porque casi no tiene mielina y muestra claramente sus fibras. Con más aumento he hecho el siguiente dibujo (Fig. 10).

Fíjense, éste es el fascículo de Meynert, ésta es la habénula, ahí está la estría medular, y fíjense las colaterales que están entrando al núcleo dorsomediano caudal, para mí un aparato motor esencial del tálamo. En realidad les diré que cuando se destruye este núcleo del tálamo, se produce una reducción de casi todas las expresiones emocionales. Lo hemos visto cuando operábamos el tálamo con el profesor Driolet Laspiur. Es esencial tener en cuenta que en el tálamo humano existe un aparato que vincula, por un lado, los apetitos del hipotálamo y, por otro lado, los aparatos motores de la corteza límbica. Es un núcleo motor límbico, el núcleo dorsomediano caudal. Ahí lo ven ustedes recibiendo las colaterales que también pueden ser terminales directas desde la estría medular. Esto no es un esquemita sacado de un librito, de un manual, esto es la realidad, esto es lo que yo veo con el microscopio, lo que yo puedo dibujar. Mis compañeros, el Dr. Darío Rojas, el Dr. Mariano Outes, Albertito Cositore, todos los que vienen al laboratorio a ver las cosas que yo miro, lo han podido ver por ellos mismos con absoluta claridad y ya son expertos en ver estas pequeñas fibras. No son un misterio para nadie. Me extraña que en los grandes manuales no se hable de estos aparatos. Como diría Cajal, que no se hayan "perseguido estos tubos".

Esto (Fig. 11) es un corte horizontal del cerebro de un niño recién nacido donde he tratado de mostrar cuál es el camino que siguen las fibras que nacen del núcleo dorsomediano caudal (que recibe fibras de la estría medular desde el hipotálamo), cómo se profundizan en la cápsula interna y van a parar al gyrus cinguli. El fascículo avanza por el brazo anterior de la cápsula, pasa por el estrato adyacente al caudado, gira y vuelve hacia atrás. Esto se llamaba antes la "zona de giro" del pedúnculo anterior del tálamo. Es la Umbiegung de Flechsig. ¿Qué nos explica este trayecto tan complicado? Lo siguiente: dentro de los fenómenos que aquí se sustentan están no sólo las expresiones emocionales comunes sino los rituales anancásticos, las pulsiones obsesivas, las compulsiones. Ahora se explica, mirando este diagrama, por qué se puede aliviar una obsesión actuando en distintos lugares. El eje es destruir esta vía. Y se puede actuar a lo largo de esta vía. Por un lado se practicó la talamotomía, destruye el origen de esta vía. Luego se hizo la capsulotomía, se seccionaba el brazo anterior de la cápsula interna con el mismo resultado. Antes se había practicado la leucotomía frontal, cortaban toda la sustancia blanca frontal, cortaban la misma vía. Luego destruyeron la llegada. Es decir, talamotomía, capsulotomía, leucotomía y cingulotomía afectan esta vía que es el pedúnculo anterior del tálamo. Esto quiero poner en claro: el pedúnculo anterior del tálamo es el que transporta las motivaciones hipotalámicas que llegan al tálamo por la estría medular y que se proyectan hacia el aparato motor del gyrus cinguli. Sin pedúnculo anterior del tálamo las motivaciones no pueden transformarse en descargas instintivas o lo hacen con gran dificultad. Los neurocirujanos de la década del 50 y del 40 sabían muy bien que si predominaban las obsesiones, que si predominaban las agresiones, que si predominaba el movimiento del temor de la angustia, era lo mismo destruir el tálamo, la cápsula, seccionar la sustancia blanca frontal o seccionar el gyrus cinguli. Seccionaban, en una palabra, el pedúnculo anterior del tálamo.

He expuesto, pues, una vía motora que transporta los apetitos y los estados corporales registrados habitualmente en el hipotálamo, que los transporta a través del tálamo hacia la corteza motora de la circunvolución límbica que integra el circuito de Papez. Para Papez el gyrus cinguli era sólo un aparato sensorial; lo estamos viendo ahora como un aparato motor. Esto no quiere decir que no tenga un lado sensorial que nos ocupará seguidamente.

Dicho sea de paso, la idea de Papez, de que en el gyrus cinguli existe una estación en la cual desembocan todas las excitaciones subcorticales para transformarse en vivencias emocionales, en feeling, es una idea no originaria de Papez. El primer hombre en decir que el gyrus cinguli, o sea que la circunvolución del cuerpo calloso, o sea la parte superior de la circunvolución límbica de Broca, tiene que ver con el sentir interno, íntimo, relacionado a la emoción, ha sido el fundador de nuestra escuela, el Prof. Cristofredo Jakob, en el año 1911. En su libro "El cerebro del hombre", en la página 49, dice Jakob, que en la región del gyrus cinguli "existe el hasta ahora desconocido centro cortical visceral". Por aquel entonces las vísceras y las emociones estaban unidas en la teoría de W. James. Y en 1913 dice Jakob que en el gyrus cinguli tienen su sitio el hambre y el amor, desde la comadreja hasta el hombre, y desde allí, dice Jakob, emiten sus imperativos categóricos. Es una especie de burla a Kant, porque el imperativo categórico de Kant es puramente formal.

Hemos visto, hasta ahora, un aparato que lleva las motivaciones hacia los dispositivos motores o anteriores del gyrus cinguli. Vamos a ver ahora un aparato que lleve las motivaciones hacia la parte posterior del gyrus cinguli y no sea responsable de la motivación del acto, sino que sea responsable de la motivación del objeto, es decir, cuánto nos impresiona o nos conmociona un objeto. Para entender esto hay que entender brevemente estos dos cortes horizontales de cerebro humano (Fig. 12). Los he dibujado muy rápidamente, ahí están los cuerpos mamilares, el hipotálamo anterior, la bandeleta de Broca, el fondo del estriado. Vean ustedes, desde el área septal, la bandeleta tiende a ir hacia afuera y sale el fascículo prosencefálico medial, que junto con el fornix se acerca insensiblemente al cuerpo mamilar. Todos creen que el aparato fundamental para ingresar al cuerpo mamilar es el fornix, sin embargo, en el hombre es muy dudoso que así sea. Es mucho más probable que la vía más importante que ingresa al cuerpo mamilar en el hombre sea el fascículo prosencefálico medial que trae informaciones acerca de los estados motivacionales hipotalámicos.

Aquí tienen ustedes un corte sagital que yo he dibujado muy a la ligera (Fig. 13). Este plexo me señala a mí, cuando estoy mirando al microscopio, que me encuentro en la región lateral del cuerpo mamilar, si no me pierdo completamente. Cuando encuentro este cúmulo de mielina sé que estoy en la parte lateral del cuerpo mamilar. Estos fascículos señalan el fornix, y esta corredera sumamente irregular con mielina de distintos colores es el fascículo prosencefálico medial. Lo que me interesa destacar es que algunos vienen de adelante y se introducen en el cuerpo mamilar. La vía por la que lo hacen no la encontré descripta en ningún lado.

La táctica que tiene el fascículo prosencefálico medial para entrar al mamilar es la siguiente: las fibras llegan desde adelante y se introducen hacia la profundidad del tallo (Fig. 14). Éste es el fornix, llegando al mamilar, éste es el mamilar. Las fibras forman unos arcos muy característicos, estos mismos arcos se incorporan a las pequeñas columnillas del mismo fascículo mamilotalámico, es decir que entran contracorriente. El mamilotalámico sale del mamilar, en cambio todas éstas lo utilizan para ingresar al mamilar. Yo no encontré descripto esto en ningún lado, lo consulté en los grandes libros clásicos y también en libros modernos. No encontré esta descripción. Me falta leer un trabajo de Tello, del año 1936, y supongo que este autor, que era muy inteligente, debe haber visto esto, por comentarios de otro trabajo. Sea como sea, ésta es una ruta desconocida y hasta incluso era desconocida para mí, que tantos años me dediqué a mirar el cuerpo mamilar, desde muy joven. Estamos en presencia pues, de un aparato cuya misión sería la siguiente (quiero que me comprendan en esto que parece tan engorroso y que en realidad es muy engorroso): el hipotálamo emite el fascículo prosencefálico medial hacia el cuerpo mamilar. El cuerpo mamilar manda el fascículo mamilotalámico hacia el anterior como lo señalaban todos y también Papez. Por ese mismo pedúnculo anterior del tálamo que vimos antes lo proyecta hacia el gyrus cinguli posterior y le da un contenido motivacional a la percepción. ¿Cuál es el hecho que apoya esto? La destrucción del cuerpo mamilar, ocasiona una seria apatía. El Dr. Gamper, de Alemania, había establecido una relación entre la destrucción del cuerpo mamilar y la pérdida de la memoria, y todos creímos eso. Ha pasado el tiempo y suponemos que, en realidad, los enfermos con Síndrome de Korsakoff, alcohólicos crónicos que tienen lesión de los cuerpos mamilares, deben sus alteraciones de la memoria a las lesiones del tálamo que está inmediatamente por encima, pero la apatía, la desidia, el desinterés que muestra el enfermo de Korsakoff se debe precisamente a la lesión del cuerpo mamilar. Hace poco tiempo, unos investigadores italianos han llegado a demostrar lo siguiente: en un animal al cual se le destruye el cuerpo mamilar, o se le destruye el fascículo mamilotalámico, la inyección de una droga altamente convulsivante, se ve imposibilitada de producir convulsiones. Es decir que la epilepsia misma, que es la forma máxima del instinto, se pierde cuando se destruye el cuerpo mamilar. Ahora recuerdo yo los enfermos que veía en las viejas salas del hospital Borda, sufriendo de lo que antes se denominaba la epilepsia alcohólica, nombre correcto. Se ve que estaba sucediendo lo siguiente en estos enfermos: el cuerpo mamilar estaba sufriendo un proceso degenerativo cada vez más serio y esto originaba convulsiones generalizadas. Cuando leí el trabajo italiano me vino rápidamente a la cabeza la cuestión de la epilepsia alcohólica. Los viejos colegas del Borda que están acá presentes, sobre todo me vienen a la cabeza el Dr. Lozano y el Dr. Fernández Amayo, saben lo que fue en una época la epilepsia alcohólica. En los hospitales psiquiátricos ya no se trata tanto el delirium tremens, diría que nada, pero cuando teníamos que vérnosla con esos cuadros clínicos tan complicados que luego se transformaban en epilépticos, el experimento de los italianos nos lo hubiera explicado. La epilepsia, señores, es una manifestación del instinto, como la histeria, como la catatonía. Siempre hay instinto. Y un catatónico agitado, un catatónico negativista, ¿qué es sino instinto?

Ésta es, pues, la vía por la cual el mundo motivacional del hipotálamo ingresa al cerebro límbico sensorial.

Éste es el resumen de lo que estoy señalando (Fig. 15). Éste es un cerebro sin conexiones adentro: el hipocampo, el mamilar, los núcleos del tálamo, el gyrus cinguli. Éste es el núcleo dorsomediano que recibe la estría medular, éste sería la motivación al acto, el gyrus cinguli anterior. Éste es el fascículo prosencefálico medial entrando al mamilar por el mamilotalámico y por el pedúnculo anterior al gyrus cinguli posterior, dándole una carga instintiva a lo que se percibe del mundo, la impresión. Y esto cuando el objeto está presente. Papez ignoraba que el hipocampo es un aparato de memoria. Si el objeto está presente se produce la consumación inmediatamente, pero el objeto puede estar ausente. Un macho sale a buscar a una hembra, pero no hay hembras en el territorio en ese momento, tiene que buscarlas. ¿Quién lo guía? El depósito de la memoria. ¿Quién construyó el depósito de la memoria? El hipocampo. El hipocampo es la guía. El hipocampo construye depósitos y como los construye tiene la llave con que los construyó y sabe cómo buscar en ellos. En ausencia del objeto el hipocampo por el fornix va hasta el mamilar, el mamilar al anterior, y el anterior aporta ya no una presentación sino una representación del objeto, que además de ser representado tiene una carga motivacional. Al circuito de Papez, entonces, lo hemos visto sesenta años después. Casi no hubo que agregarle nada, solamente destacar algunos nuevos aspectos.

Quiero yo señalar qué significa Papez en la psiquiatría, qué significa Papez en la ciencia. Papez significa la imaginación, la teoría. El teórico tiene su peor enemigo en lo no concluido, en lo no terminado, en el anillo abierto. Para el teórico no hay nada más molesto que un anillo abierto, que es un conjunto de hechos no puestos en un sistema. El teórico anhela cerrar el anillo. Para ser teórico no solamente hay que saber, sino tener mucho de artista, tener buena imaginación. Papez era un hombre de una gran imaginación. Él se llamaba James W. Papez. Esa W es de Wenceslao, de San Wenceslao, el santo de los eslavos. Papez era hijo de eslavos, que se establecieron en Minnesota, cerca ya de los límites de Ontario, y él descendió con esa sangre eslava plena de imaginación. Los eslavos fueron siempre muy subyugados. Para los eruditos bizantinos de la época de Justiniano para adelante, esa gente eran los sclaveni, y es probable que "eslavo" venga de "esclavo". Sólo un pueblo con gran imaginación, como el de los eslavos, puede mantener la esperanza.

Papez era un hombre que, cuando iba a desayunar, le regalaba a la esposa, casi todas las semanas, un poema, y hay un libro de poemas de James Papez.

Papez consiguió cerrar el círculo, consiguió cerrar un anillo, cumplió su misión teórica, por eso me viene a la cabeza un poema que yo mucho quiero, de otro hombre de habla alemana pero de alma eslava: Rainer María Rilke. Tiene un poema Rilke, que dice:

"Vivo mi vida en anillos crecientes
que se extienden sobre las cosas;
intentaré cerrar el último
tal vez lo logre".

Papez, de sangre eslava como Rilke, poeta como Rilke, intentó cerrar el círculo y lo logró.

Contáctenos.