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Año VIII - Vol 6- Nº 4 - Marzo 1998
ALCMEON 24
Carta al
Director
Juan Carlos Goldar
Señor director:
En la Conferencia Inaugural del último Congreso de nuestra Asociación he dicho que el famoso artículo de James Papez no contiene el nombre de Broca ni el término "límbico". Pero, en verdad, Papez nombra a Broca y, al hacerlo, escribe el término "limbic lobe". En estas líneas intento aclarar lo sucedido.
La única vez que he leído el artículo de Papez fue hace más de treinta años, en 1966. Como esa única lectura fue realizada con la fuerza de la juventud, los conceptos fundamentales me quedaron intensamente grabados. Los detalles se han perdido, pero las impresiones han persistido.
Una de aquellas impresiones ha sido la sorpresa que me produjo observar que Papez comienza su artículo tratando directamente la cuestión de la pared interna de los hemisferios cerebrales es decir, la pared cuyo "núcleo" es la circunvolución límbica de Broca sin mencionar a Broca ni escribir la palabra "límbico". Sólo más adelante Papez habla de Broca y del "limbic lobe", pero lo hace sin detenerse, como de paso, con cierto desdén, y ni siquiera en la bibliografía pone el célebre trabajo de Broca.
He sentido, en aquella lejana lectura, que Papez no ha podido valorar el descubrimiento de Broca. Luego he sospechado que dicho esto con mucho respeto e intenso realismo intentó adueñarse de la pared interna de los hemisferios, que históricamente le pertenece a Broca. Como en incontables clases y charlas he comentado esta creencia, he llegado a decir figurativamente que Paul Broca y su "circonvolution limbique" no integran realmente el artículo. Si se lee con perspectiva histórica, se verá que así es. Pero mi sospecha nunca ha reducido la admiración que me produce la construcción teórica de Papez.
Creo que mi error, durante la conferencia, es comprensible, y tengo la esperanza de que alguien sea indulgente. No es justo ser severo con un apasionado.